-   


  

  Viernes, 13 diciembre, 2002

¿De qué color es un camaleón mirándose en un espejo?

Siempre he pensado que el marketing y los psicólogos son unidad de destino en lo universal, al fin y al cabo ambos intentan convencerte de que lo mejor del mundo es hacer lo que ellos dicen que hagas y ambos envuelven sus “consejos” en promesas de un futuro completamente feliz.

Pero a diferencia del mundo del marketing donde las señoras estupendas y los dibujitos por ordenador dominan el trabajo, a los pobres psicólogos solo les queda llamar la atención contestando novecientos seis o, lo que es peor, trabajando en cualquier colegio haciendo creer a las madres que su hijo es diferente y que ellos pueden ayudarle.

Naturalmente el niño es un niño completamente normal y todo eso de la terapia, la crisis los traumas y los duelos, al niño le resbalan, aunque la madre se quede mucho más tranquila si su retoño se pone en manos de un “profesional-acreditado-de-la-salud” eso sin contar con lo que viste decir que “a mi niño lo ve el psicólogo tres veces por semana”.. a ver que madre que se preocupe por sus hijos no nota una cierta envidia de que el hijo de la de enfrente esté tan bien atendido.. y rápidamente pide cuarto y mitad de lo mismo para el suyo.

¿Han probado los psicólogos a dejar tranquilos a los niños y dedicarse a sus madres?. Seguro que sería el principio del fin de todos los traumas infantiles