-   


  

  080. Jueves, 20 Marzo, 2003

Capítulo Octogésimo: Un parto en la calle, ¿es alumbrado público?

Lo tengo comprobado, cualquier conductor tarda mucho menos en aparcar si solo encuentra un sitio para hacerlo que si se tropieza de golpe con el aparcamiento medio vacío.

Y es qué tomar una decisión cuesta, poder elegir implica poderse confundir, o al menos la posiblidad de no tomar la mejor decisión y eso teniendo en cuenta que nos pasamos la vida dudando de todo, no deja de ser un problema.

Solo fui a comprar un simple yogur pero acabé con dolor de cabeza, que yo recuerde y seguro que se me olvidan unos cuantos, había desnatados, semi-desnatados, artesanos, enriquecidos, después de la fermentación, líquidos, batidos, con trozos de frutas, con puré de frutas, con cereales, azucarados, edulcorados, más cremosos, nada cremosos, con bifidobácterias de esas.

A ver quien es el listo que sin haber hecho un master en yogures es capaz de decidirse a la primera. Al final mi idea de poner unos vasitos de yogur en plan probadores al estilo de las colonias para que se pueda “probar antes de comprar” va a ser la mejor solución.

Y ya de paso que lo hagan también con los hombres, nos evitaría un montón de problemas al tener que decidir a ojo cuando queramos uno, al fin y al cabo hay tanta variedad de ellos como de yogures, por lo menos.