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151. Viernes, 18 Julio, 2003



Capítulo Centésimo quincuagésimo primero: ¿Por qué cada vez que la gente se suena la nariz se empeña en mirar los mocos que quedan en el pañuelo?



Como uno no conoce hembra en el sentido bíblico de la palabra solo habla de oídas, pero cada vez tengo más claro que el mayor inconveniente, (por no decir el único), que tenemos los hombres respecto a las mujeres, es tener que cumplir "después de", el llamado "periodo refractario" de forma obligatoria.



Y no hay Viagra ni Cialis que valga, por una injusta ley universal que nadie puede cambiar, después del orgasmo y mientras ellas pueden seguir y seguir todo lo que les apetezca y sin el más mínimo problema, los demás tenemos que aguantarnos y esperar el tiempo correspondiente. ¡Para que luego digan que somos iguales!



En eso las mujeres y las hembras de los chimpancés son como dos gotas de agua; A estas ( ahora hablo de las hembras de los chimpancés), cuando les entra el "deseo sexual", cosa que ocurre cada cuatro o cinco años, (me sigo refiriendo a las hembras de los chimpancés, creo), copulan una vez detrás de otra y sin parar, hasta con veinticinco machos diferentes que hacen una respetuosa cola de espera.



Tampoco es tanto si tenemos en cuenta que cada macho apenas tarda entre cinco y quince segundos en consumar el correspondiente coito (ahora me refiero al macho del chimpancé, creo), siendo ella, la hembra, la que decide cuando está satisfecha y por lo tanto, quien es el último afortunado en poder llevar a cabo el más que deseado, imagino, apareamiento.



No es muy difícil ponerle cara a aquellos qué, después de hacer su correspondiente cola, no lograron el ansiado objetivo (imaginaros vosotros esperando cinco años y que luego... nada), solo porque la buena señora (perdón, quise decir hembra del chimpancé) se sienta ya "servida". Menos mal que en eso la naturaleza ha sido un poco más sabia y, como para todo hay solución en situaciones de emergencia, los "colistas" que no tuvieron suerte, acaban "aliviándose" entre ellos como cualquier hijo de vecino en esa situación, (y ahora me estoy refiriendo a los chimpancés machos, creo)