-   


  

 
172. Jueves, 4 Septiembre, 2003



Capítulo Centésimo septuagésimo segundo: ¿Por qué en las películas de batallas espaciales tienen explosiones tan ruidosas, si el sonido no se propaga en el vacío?



Este verano he visto en el cine, que ya dice el anuncio que es donde se debe de ver el cine, una de las películas más malas que recuerdo (también es verdad que las "malas" se me olvidan enseguida) "Como Dios", del Jim Carrey ese.



Aburridamente estúpida tiene sin embargo un dato más que apasionante, nos dice con todo detalle, cual es el número de teléfono de Dios, que queda reflejado en el "busca" cuando el propio Dios en persona, intenta ponerse en contacto con el desgraciado del Carrey con el fin de transpasarle sus poderes. Nada más y nada menos que ¡el número de teléfono de Dios!



La tentación era inevitable.. pero no, no perdáis el tiempo, a pesar de meter el prefijo internacional de los EEUU, y demás historias para poder poner una conferencia a larga distancia, lógicamente después de sopesar la posibilidad de que al ser la película americana, Dios vivierá en Buffalo, resulta que no contesta nadie, que el teléfono ese ni existe allí. Un timo.



Menos mal que no solo me ha pasado a mí. Leo un artículo de Quim Monzó en el que habla de su experiencia con un anuncio, ese donde una chica camina hacia un chico largándole un paquete de chicles Orbit con el número de teléfono de ella. El pobre Quim lo grabó y después de verlo lentamente, tecla de avance va, tecla de retroceso viene, pudo conseguir el número completo, el 699 217 575.



Dice que ha llamado varias veces y siempre ha obtenido la misma respuesta: "Bienvenido al buzón Movistar. 699 217 575 no está disponible. Grabe su mensaje después de la señal". Igual que Dios, pero con secretaria pregrabada.