-   


  

 
220. Miércoles, 12 noviembre, 2003



Capítulo Ducentésimo vigésimo: ¿La costumbre que tienen los portugueses de llamar a la grasa "gordura" tienen algo que ver con alguna campaña sanitaria para adelgazar?



Hablar por los codos tiene, como casi todo, sus ventajas y sus inconvenientes, pero según y dónde, hay "inconvenientes" a los que uno no quisiera "aspirar" ni harto de vino.



Que me acabo de enterar y creo que voy a estar una buena temporada dando gracias a quien corresponda por no ser un "dogón".



Resulta que hay un pueblo por el África Occidental, precisamente ese, el "dagón" que cree en el poder de las palabras. Hasta ahí bien, uno haría muy buen papel en dicha tribu teniendo en cuenta que, hablar, lo que se dice hablar es una cosa que hago hasta debajo del agua.



Pero, aquí, el pueblo este, cree que cada vez que un hombre hace el amor con una mujer, este debe susurrarle al oído antiguas historias de amor, porque las palabras le entran por el oído, llegan a la garganta, se alojan en el hígado y envuelven el útero, donde formarán el germen celestial del agua que hará fecunda la semilla del hombre.



Hay veces que uno se siente orgulloso de ser de por aquí, que con lo que yo hablo, iba a acabar teniendo descendencia hasta el jefe de la tribu.