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237. Viernes, 5 diciembre 2003
Capítulo Ducentésimo trigésimo séptimo: Si Pluto es un perro normal y Mickey es su amo, ¿qué tamaño tiene ese ratón?
Cualquier relación de pareja atraviesa al principio una etapa de "luna de miel" en la que no se desea otra cosa que estar solos y disfrutar al máximo el uno del otro.
Esa etapa de "aislamiento" dura lo que dura la fase de "enamoramiento" que no es más que una pura y dura reacción bioquímica, y que no se prolonga indefinidamente. Y menos mal.
Pero en esa etapa uno ni ve, ni oye, ni entiende, y sino que se lo pregunten a los habitantes de Puebla del Río, en Sevilla, que han costeado, sin saberlo, las largas conversaciones telefónicas de su alcalde enamorado.
Y es que Julio Álvarez, que así se llama el "trastornado" alcalde, ha llegado a gastar hasta 6.230 euros en teléfono para tener contenta y atendida a su pareja. En la factura total se incluyen hasta 25 llamadas realizadas el día de San Valentín, así como infinidad de mensajitos cortos.
No tendría mayor problema la cosa si el enamorado alcalde no hubiera llamado desde el teléfono del ayuntamiento, en vez de usar el suyo, eso sí, el pobre alegó que hizo las llamadas por un simple "error" porque "mi móvil privado y el público son iguales".
Si por algo dice el refrán que el amor es ciego, al menos hasta que el matrimonio le restaura la vista.
Hasta el martes, que este año el puente de la Inmaculada Constitución apenas si es una "pasarela".. ¡"Amosk! ¡una fiesta en sábado!....
grrrrrrrrrrr...
236. Jueves, 4 diciembre 2003
Capítulo Ducentésimo trigésimo sexto: ¿En que se podía parecer la abuela de Caperucita a un lobo para que se pudieran confundir en camisón?
Leo en una de esas revistas que regalan los domingos con el periódico y que trae en portada el último "momio" de la "belen-esteban" cuando posaba en bañador agarrada del brazo del "hortera-cano", que los que saben de esto, o al menos presumen de saber de esto, han hecho un concienzudo estudio explicando como existen unas señales inequívocas que demuestran cuando una persona se siente atraída por otra que tiene delante.
No es que me fíe yo mucho de alguien que en su tarjeta de visita ponga "antropólogo", que más bien suena a protagonista de "el silencio de los corderos" que a una profesión honrada, pero digo yo que, sí fuera verdad, conocer esos gestos "delatores" sería una buena forma de tener ventaja a la hora de ligar.
Y es que ya, a ciertas edades, eso del rechazo de plano, además de empezar a ser demasiado habitual, puede crearnos un trauma de padre y muy señor mío y siempre será mejor correr los menores riesgos posibles.
Pero vamos a lo práctico, dicen que cuando una persona se siente atraída por otra que tiene delante, tiende a arquear la espalda al mismo tiempo que tensa los músculos del pecho. Es un gesto ancestral para demostrar fuerza y virilidad en los hombres, e interés y accesibilidad en las mujeres, que tienen una "técnica" muy similar al hombre llevando el busto hacia adelante. En dos palabras, sí cuando te miran, sacan pecho, puede haber plan.
Otro gesto muy significativo, típico de los dos sexos sin distinción, es acariciarse suavemente la barbilla mientras deja "posar" su mirada en lugares como el cuello o los labios. Eso es poco menos que gritar algo así como "te-deseo-y-soy-tu-bestia-sexual" pero sin decir ni una sola palabra.
Hay más, humedecerse los labios, cruzarse de piernas mientras se acarician las rodillas, agarrar cualquier objeto que esté a su alcance y jugar con él.. todos, según los antropólogos estos, son señales que nos está mandando la persona que tenemos enfrente para decirnos sin palabras que nos desea.
Resumiendo, que basta fijarse un poco para evitar lo que más trabajo cuesta a la hora de ligar: tener que hablar con la persona con la que, al fin y al cabo, el único "conocimiento" que queremos tener es ese que llaman "bíblico", sin necesidad de que nos empiece a contar su vida.
Sólo por eso merece la pena poner en práctica tan curiosas teorías.
235. Miércoles, 3 diciembre 2003
Capítulo Ducentésimo trigésimo quinto: ¿Por qué Tintin hace siempre amistad con un niño y nunca con una niña?
Siempre me ha parecido muy ingenioso ese mecanismo que tienen las cajas de los pañuelos de papel dónde cuando sacas uno, ya queda fuera la puntita del otro para la próxima vez.
Sin embargo nunca me he fiado mucho de ellos, y no ya por el número de unidades que dicen que tienen y que luego nunca tienen, jugando con eso de que nadie va a ponerse a contarlos, sino por lo que dicen de su composición: "celulosa pura".
¿Quien puede creerse que esos pañuelitos son sólo "celulosa" y nada más que celulosa?, A ver, a mí me enseñaron en el colegio que la celulosa que era algo así como "ce-seis-hache-diez-o-cinco", e igual que, por ejemplo, el ácido acetil salicílico en las aspirinas, tiene que llevar un excipiente, un soporte que lo una.. ¿Dónde, de la composición, está ese "cemento"?
Y es que nos engañan por todos los lados, y no sólo con la "composición", también en la caja pone "pañuelos de suave y blanco tisú", en cuanto a la blancura y suavidad la cosa es relativa aunque podría colar, pero resulta que "tisú" según el diccionario es "tela de seda muy fina, entretejida de hilos finísimos de oro y plata que la traspasan desde el haz al envés"
Sé que a un euro la caja en el "todo a cien", no me voy a encontrar pañuelitos de oro, pero ya que los llaman "tisú" por lo menos que podrían poner algún hilito dorado... aunque sólo fuera para disimular, además adornarían mucho.
234. Martes, 2 diciembre 2003
Capítulo Ducentésimo trigésimo cuarto: ¿Por qué los descapotables son tan caros si se ahorran la mitad de la carrocería?
Que la vida es dura es una verdad universal, pero está claro que no todos tienen que hacer el mismo esfuerzo para conseguir aquello a lo que aspiran.
Estas "diferencias" empiezan desde el más principio de los principios, desde la misma fecundación, que al fin y al cabo no es más que una versión reducida de lo que después ocurrirá durante toda la vida.
Y es que la discriminación por sexo es algo consustancial a toda persona desde antes incluso de su concepción.
La célula femenina es decir el óvulo que en ese momento sea el "afortunado" solo tiene que esperar para elegir, sin mover un dedo, sin despeinarse; La célula masculina, el espermatozoide, en cambio tendrá que luchar con uñas y dientes para ser el mejor entre un montón de competidores, con el único propósito de llegar hasta la hembra y ser "atrapado" por ella para siempre.
Una eyaculación deposita entre 200 y 1.000 millones de espermatozoides en la vagina que empezarán así un recorrido largo y difícil, los apenas 15 centímetros que les separan del óvulo equivalen a un viaje de centenares de kilómetros que deben hacer en muy poco tiempo.
Primera trampa, inmediatamente después del coito una gran parte de ellos mueren en la misma vagina de la mujer víctimas de la acidez de su contenido (por ahora sólo de la acidez del contenido, no de la acidez de la mujer).
Únicamente los que consiguen refugiarse en el interior del cuello del útero sobreviven y aún así el moco existente en esa zona no deja de ser una tumba para muchos de ellos. La anatomía femenina se encargará de ponerle "cienes y cienes" de obstáculos, uno tras otro..
Segundo paso, mediante movimientos ondulantes, los valientes que aún sobreviven a las trampas penetran en el interior de la cavidad del útero buscando el orificio de las trompas, solo unos pocos miles lograran encontrar el verdadero camino entre los complicados vericuetos femeninos, y finalmente apenas una docena, los más fuertes, llegarán a las inmediaciones del óvulo.
Al final, y salvo excepciones, sólo uno de aquellos millones, generalmente el que el óvulo quiera, conseguirá penetrar en la célula femenina que no habrá hecho nada más que esperar viendo complacida como su "valiente" vencía mil y un obstáculos para ser merecedora de ella.
Hay cosas que ya desde sus inicios están hechas para entender a la perfección quien va a tener que luchar en esta vida para conseguir lo que otras solo tendrán que esperar a que se lo traigan.
233. Lunes, 1 diciembre 2003
Capítulo Ducentésimo trigésimo tercero: ¿Por qué solo fabrican esparadrapos que, o no se pegan o no pueden despegarse?
Hoy me pongo un poco serio para cumplir una promesa que le hice a una "camionera" como dios manda (con su "martillo" y todo), este fin de semana, que se ha empeñado en que, aunque solo sea por una vez, aparque mi vena misógina y reivindique a la mujer, (de todas formas, una vez más lo re-pi-to: misoginia y machismo NO tienen nada, pero nada que ver").
Y mira tu por donde acabo de leer que las mujeres chinas son las más tristes del planeta; Un 56% de los suicidios femeninos que se producen en el mundo corresponden a China.
Hasta el gobierno chino, preocupado por este índice tan elevado puso en marcha en los años noventa lo que llamó "programa de la felicidad" y que consistía en entregar a las mujeres unas cuantas gallinas y un cerdo pensando que así dependerían menos de sus maridos y por lo tanto serían más felices. Naturalmente el programa fracasó, que para eso la felicidad no se puede arreglar con tres gallinas y un cerdo, por muy chinos que estos sean, correteando por mitad de la casa.
Por cierto y hablando de cerdos, en la misma página aparece la noticia de como agencias de viajes de Singapur organizan, por unos 7.000 euros todo incluido, viajes a Vietnam durante una semana para conocer hasta doscientas jóvenes "vírgenes y dóciles", con su certificado médico y ficha detallada con sus marcas y cicatrices.
Sin más comentarios. ¿Para qué?
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