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268. Miércoles, 4 Febrero 2004



Capítulo Ducentésimo sexagésimo octavo: ¿Por qué se necesita tanto tiempo para terminar algo en lo que no se está trabajando?



Estoy asustado, sabía yo de lo endeble que es el cuerpo humano, pero tanto, tanto..



Por circunstancias laborales sé del equilibrio tan inestable que se traen entre manos las células de cualquier persona, y lo fácil que es que, en cualquier momento salte ese equilibrio y pasemos a pesar 21 gramos menos, que es, lo que según las teorías de un tal Douglas MacDougall, pesan las personas cuando mueren. Exactamente 21 gramos menos: el precio del alma .



Estaremos casi todos de acuerdo en que cualquier forma de morir es tonta, eso por adelantado, pero hay que reconocer que hay algunas que son más tontas que otras.. mira tu por dónde hay una que me parece particularmente estúpida: morir por no estornudar, lo que cientificamente, (que queda mucho más profesional a la hora del certificado de defunción, ¡dónde va a parar!) se conoce como un "estornudus interruptus".



Algunas personas tienen la extraña costumbre de contener el estornudo, especialmente si están en público, bueno pues resulta que practicar el "estornudus interruptus" puede causar serios problemas al cuerpo e incluso provocar la muerte.



El estornudo es un mecanismo natural que tiene como misión limpiar las vías aéreas, si se contiene se acaba produciendo una implosión nasal capaz de reventar los vasos sanguíneos de la nariz, romper los tímpanos, desprender la retina y hasta desatar infartos cerebrales en personas con factores de riesgo.



Y la primavera a la vuelta de la esquina.. ejemmmm.