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270. Viernes, 6 Febrero 2004



Capítulo Ducentésimo septuagésimo: ¿Por qué cuando uno compra plátanos antes de que estén maduros no queda ninguno para cuando están maduros, pero si los compra maduros, se pudren antes de que nadie se los coma?



Sé que voy a hacer feliz a más de uno con esta afirmación pero la idea de que la grasa en la dieta causa obesidad, algo que hasta ahora era para los médicos como el padrenuestro para los católicos, no es del todo verdad.



!Ehh!... ¡Un momento! No salgáis corriendo a la nevera todavía, que la cosa tiene sus matizaciones.



Todo comenzó en la guerra de Corea por esa curiosa manía de los forenses de hurgar en las arterias de los muertos, ellos comprobaron que los soldados americanos las tenían medio tupidas mientras que los japoneses las tenían completamente despejadas.



Sacaron la conclusión de que las grasas de la dieta eran las causantes de aquel desastre arterial y empezaron a recomendar más hidratos de carbono y menos grasas y proteínas.



Se cargaron en un informe lo que se llevaba haciendo desde hacía siglos cuando alguien quería adelgazar: comerse la carne y dejar las patatas. A partir de entonces a comer más hidratos de carbono, a comer más patatas.



La experiencia no les ha dado precisamente la razón en estos años desde que se empeñaron en poner los nuevos hábitos dietéticos, mientras antes de que se aplicaran estas pautas en los EE.UU. había un 15% de gordos, hoy llegan hasta el 30%.



La grasa no es la culpable del aumento del tonelaje mundial, la dieta mediterránea rica en aceites, es una buena prueba. Desde luego el gramo de grasa va a seguir teniendo nueve calorías y el de hidratos de carbono va a seguir teniendo cuatro, pero es mucho más realista decir que, lo que de verdad engorda, son las calorías que uno consuma.



Una dieta sana no debe consistir en eliminar el consumo de grasas sino en reducir y limitar las calorías que se ingieran. Es la única forma de perder peso..



Ahora a la nevera.. y buen fin de semana.