-   


  

 
286. Lunes, 1 Marzo 2004



Capítulo Ducentésimo octogésimo sexto: ¿Cuándo pinchan un teléfono, sangra?



Y ya estamos en marzo, esto va a toda pastilla, todo va rápido, muy rápido, nos levantamos rápido, venimos al trabajo rápido, descansamos rápido, comemos mucho y rápido para luego intentar adelgazar mucho y rápido...



Y yo sigo aquí, mientras el mundo se empeña en seguir adelante con sus historias, sigo en mis trece intentando vivir cada día, saborear cada minuto.. y a veces hasta consiguiéndolo.



Decía Borges que la felicidad es más frecuente de lo que nos parece, que no pasa un día en que no estemos, al menos un instante, en el paraíso.



Darse cuenta precisamente de esos "instantes", disfrutar de esos pequeños momentos diarios, es la felicidad.



Y ahora estoy en uno de esos momentos, supongo que durará lo que tarde en tomar conciencia de que es lunes, de que he tenido que venir al trabajo y de que queda ¡todavía!, casi un mes para un mísero amago de eso que llaman "vacaciones de semana santa" y que no son más que dos días mal contados.



Ya vendrán horas peores, aunque como dice un refrán de esos místicos " si pasas tu vida en un estado de excitación constante, jamás conocerás la verdadera felicidad."



Con el día que me espera seguro que yo si la conoceré.. en cuanto salga de esta sala de tortura laboral que algunos llaman eufemísticamente, "sitio de trabajo".



Ya sé que es un post tonto, y que luego vendrá el Borjamari con las rebajas, pero tengo sueño y quiero irme a mi casa "lo se pa is".