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  364. Lunes, 19 Julio, 2004

 
Capítulo Tricentésimo sexagésimo cuarto: ¿Por qué son tan cortas las vacaciones?

Y parece que fue ayer... todo sigue igual, aterrizo con calma, con mucha calma; nada de coger un papel hasta el lunes que viene, nada de contestar el teléfono hasta, por lo menos, el martes... y no el de mañana precisamente.. 

Todo muy despacio, hay que ser comedidos, que, aunque nos han vendido la pereza como un pecado capital, -si no sufres no estás bien visto, se empeñan en decirnos los jodios- hay que empezar a reivindicar el buen nombre de los vagos, al fin y al cabo los verdaderos impulsores del actual avance de la humanidad.

¿Qué hay de malo en descansar todo lo posible permitiendo a los que verdaderamente valen que terminen el trabajo sin causarles molestias, aunque solo sea porque se han aburrido de esperar a que tú lo hagas?

¿Qué hay de malo en no dar siempre el 100%, si con el 50% es suficiente y además, te permite estar descansado?

Tomarse la vida con calma, y que mejor calma que pasarse el día haciendo el vago, está demostrado que hace que el sistema inmunológico este fuerte, y por tanto que uno llegará a viejo con una calidad de vida que envidiaran todos esos estresados que ahora pretenden insultarte y a los que el cortisol se les pondrá por las nubes.

Y como yo me quiero mucho y pretendo llegar a los cien años con un cuerpo de dieciocho y una mente de veinte, a partir de ya, mi vida laboral se va a regir por la "renuncia aprendida", táctica infalible donde las haya que consiste en ser vago hasta para opinar y decidir, es decir pasar de mojarse por nada ni por nadie. Gracias a ello nunca te hacen responsable de los que has dicho o hecho porque, al fin y al cabo, no tomas partido por nada.

Había por ahí un sábio muy sábio que ya avisó: "El trabajo del futuro tendrá dos empleados: un hombre y un perro. La tarea del hombre será alimentar al perro. La tarea del perro será asegurar que el hombre no toque nada del equipamiento automático".

El perro ya lo tengo, me hace falta el futuro... pero me hace falta ya.