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  394. Jueves, 16 Septiembre, 2004

 
Capítulo Tricentésimo nonagésimo cuarto: La vida no merece que uno se preocupe tanto (Marie Curie, 1867-1934)

Aunque debido a mis duros quehaceres laborales diarios apenas puedo levantar cabeza del trabajo, en los pocos ratos libres que me tomo, (-esos que sólo hago para poder rendir más después-), he llegado a establecer una pequeña clasificación sobre las mujeres que tengo alrededor, (valdría también para los hombres pero, paradojas de la vida, sólo estoy, laboralmente hablando, rodeado de mujeres), logrando identificar hasta cinco grupos de ellas, cada uno con unas características muy determinadas.

1- La reina del drama: tiene un estilo que cambia con tanta frecuencia como su carácter y su maquillaje. Suele quejarse de algo que tu nunca entiendes ni comprendes. Normalmente presenta un aspecto distante con mirada perdida, es más inteligente de lo que aparenta y parece que la han puesto en la tierra para confundirte. Se lleva muy bien con aquellos que le pueden tolerar sus cambios de carácter o tienen acceso a un aporte sin limite de medicamentos "estabilizantes". Nadie de nosotros ha conseguido descifrar en más de un 35% sus propósitos.

2- La moderna: con un estilo que sólo puede ser descrito como calculadamente descuidado, suele llevar un piercing en la lengua, nada materialista, los lunes suele llegar con la ropa de su hermano mayor porque estuvo demasiado ocupada durante el fin de semana para poder preocuparse con el asunto de la lavadora, nos trata a todos con el desdén de quien se cree que todavía no ha sido invadida por el "sistema".

3- La intelectual: con un aspecto bohemio, jerseys enormes y faldas tres cuartos, maquillaje opcional. Se queja por todo y de todo, suele llevar consigo algún oscuro libro de Kierkegard o Sartre. Acabó la carrera, -de letras claro-, con muy buenas notas, y se pasa el tiempo leyendo, lo que le impide hacer el trabajo por el que le pagan, pero nadie se atreve a decirle nada.

4- La chica de gimnasio: con un estilo que se puede comparar al de un automóvil bien diseñado, especialmente por sus líneas modernas y elegantes curvas. Suele teñirse de rubio, pelo largo y se pasa el día mirando para ver si la estas mirando. Pasa a recogerla su novio, comidilla envidiosa de sus compañeras (y mia), que estudia oposiciones a bombero y ve más al monitor de su gimnasio que a ella.

5- La buena chica: normal hasta aburrir, viste corriente, le gusta la cerveza y va de mesa en mesa poniéndonos al día de las últimas noticias sobre bodas, infidelidades, funerales y otros acontecimientos sociales dignos de ser mencionados. Aspira a casarse, tener la parejita y vivir feliz cuidando a sus hijos al lado de un marido notario de buena familia. Está en ello.

Y ahora a rezar para que ninguna de ellas lea esto, si mañana no hay post ya sabréis la razón.