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  403. Miércoles, 29 Septiembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo tercero: "Siempre he soñado con ir a la cárcel por maniaco sexual. Si no lo he logrado, ha sido porque me ha traicionado el físico". (Groucho Marx.. y unos cuantos millones de personas más..)

Vale, uno tiene todo el derecho del mundo a creérselo, al fin y al cabo cada cual se engaña como quiere, pero ¿por qué en las películas la gente encuentra tan rápido al amor de su vida?

Cuanto más solo está el protagonista, más melancólico pasea por un parque en otoño y más ensimismado está en sus pensamientos.. ¡hala! más fácil encuentra a su media naranja, dulce, fiel, interesante..

Una mirada y...!zas!, beso y boda.

Luego uno se va a la realidad y el tortazo es de los de los gordos, por más que uno se arregle como si fuera ha hacer la primera comunión, por más sonrisa de anuncio que pongas en la barra del bar de siempre, la mayoría, al final de la noche los únicos cuerpos de los que pueden disfrutan son los que anuncian el abdominaizer ese en la teletienda.

Cine, cine, cine... y hoy, yo, hasta tengo trabajo, que no tienen la más mínima consideración con los pobres talluditos que acabamos de estrenar la vejez.