-   


  

  416. Miércoles, 20 Octubre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo decimosexto: "La mayoría de los animales viven sin apuros económicos, menos el canguro, que vive a saltos". (Juan C., 34 años, ex-opositor y aspirante a concursos de televisión)

Cuando uno lee sobre vidas ejemplares de grandes hombres, genios, santos y similares, resulta que eran todos tan puros, tan buenos, tan abnegados y tan todo, que, en general, iban a tener bastante fácil ganar en una competición de aburridos.

Sin embargo hay otros que, aunque nunca los pongan de ejemplo, tuvieron una vida digna de imitar.

El emperador romano de procedencia siria Vario Avito Basiano (205-222), coronado a los 14 años con el nombre de Marco Aurelio Antonino, aunque más conocido con el sobrenombre de "Heliogábalo", tuvo una de esas vidas extravagantes que provocan mi envidia, pero envidia de la mala.

Desde su primer día en Roma no dejó de asombrar a sus súbditos. Entró en la ciudad subido a un lujoso carro tirado por mujeres desnudas. Vestía frecuentemente con ropas femeninas y simulaba que se casaba con gladiadores. Según los relatos (la mayoría de los cuales nos han llegado gracias a que el propio emperador dispuso que un cronista legase para la posteridad el detalle de sus festines y andanzas), sus banquetes no sólo eran pantagruélicos, sino, a cual más extravagante .

A uno de ellos, por ejemplo, invitó a ocho jorobados, ocho cojos, ocho gordos, ocho esqueléticos, ocho enfermos de gota, ocho sordos, ocho negros y ocho albinos.

Durante los banquetes se complacía en gastar continuas bromas (de diferente gusto) a los invitados. Por ejemplo, a la hora de los postres, cuando ya todo el mundo se hallaba bastante afectado por la bebida, el emperador mandaba cerrar las salidas del comedor y hacía soltar una manada de fieras salvajes a las que previamente había hecho arrancar los dientes y las garras (claro que tal extremo lo desconocían los aterrados comensales).

En cuanto al lujo y derroche de su vida, quepa decir que se jactaba de no haber bebido nunca dos veces en el mismo vaso (se entiende que todos ellos eran de oro y plata).

Esto son "vidas ejemplares" y no las del santoral.