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  428. Lunes, 8 Noviembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo vigésimo octavo: Si llevas suelto el zapato, guárdate bien de inclinarte y tratar de atarlo mientras atraviesas un campo de melones: lo que te ven podían pensar otra cosa. (José J. M. 59 años, agricultor melonero)

Es un lunes tonto, ya sé que en la mayoría de los sitios mañana no es fiesta, pero en este Madrid celebran lo de la patrona, y hay cosas, especialmente si no hay que venir al trabajo, por las que uno tiene que sacrificarse.. y en cuestión de santificar las fiestas yo, como el que más.

Las casualidades están poniendo este año muy bien esto de los días del necesario descanso laboral, las casualidades son las que mueven al mundo y a veces llegan a ser tan curiosas que parecen rizar el rizo de la verosimilitud.

Es el caso, por ejemplo, de lo sucedido al rey Humberto I de Italia (1844-1900), que cierto día de 1900 se asombró al observar que el propietario del restaurante donde cenaba tenía un gran parecido físico con él.

Impresionado por la coincidencia, le mandó llamar y comprobó aun con mayor sorpresa que ambos habían nacido el mismo día del mismo año (14 de marzo de 1844); que el propietario estaba casado con una mujer que tenía el mismo nombre de pila que la reina (Margarita), y que había abierto su establecimiento el mismo día que el rey era coronado (9 de enero de 1878).

Simpatizando con él ante tantas coincidencias, el rey invitó al propietario del restaurante a asistir al día siguiente (29 de julio de 1900) a un festival atlético que su majestad iba a presidir en Monza. En pleno acto deportivo, poco después de que el rey fuera informado de que el retraso de su invitado se debía a que había sido asesinado a balazos aquella misma noche, el anarquista Gaetano Bresci disparó sobre el monarca, matándole.

Hasta el miércoles.