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  442. Lunes, 29 Noviembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo cuadragésimo segundo: "El cerebro es un órgano maravilloso. Comienza a trabajar cuando te despiertas y no para de hacerlo hasta que llegas a la oficina. (Robert Frost, 1874-1963 Poeta estadounidense)

Tiene toda la razón ese señor que manda una carta quejándose, si tenemos que hacer todo lo que nos dicen que tenemos que hacer para llevar una vida más sana, más feliz, de mejor calidad y eso, ya puede, quien corresponda, sea quien sea, ir estudiando un sistema horario para aumentar las horas que debe de tener un día.

Para todo lo que recomiendan los listillos estos, se necesita sobre todo tiempo, pero los días siguen teniendo las mismas horas que antes.

Muy por encima y siempre sumando horas nos invitan, entre otras muchas cosas más, a :

Hacer deporte, comer mucha fibra al menos cinco veces al día masticando muy despacio cepillándonos dientes después de cada una de ellas, ir andando al trabajo para ahorrar gasolina, dormir un cuarto de hora de siesta para rendir más, beber dos litros de agua, reciclar las basuras aunque los contenedores estén a un kilómetro, leer varios periódicos para tener una visión global de lo que pasa, leer un libro a la semana como poco, visitar exposiciones, ducharnos un par de veces, limpiarnos la cara mañana y noche para después volver a hidratarla, hablar con nuestra pareja para que la comunicación no se rompa, dedicarles un tiempo diario a jugar con los niños, pasear al perro, pararse para charlar educadamente con los vecinos y visitar a los abuelos para que no se sientan solos, practicar sexo habitualmente sin caer en la rutina, ejercer un par de horas de voluntario en dos "oenegés", quedar con los amigos, reservar un cuarto de hora cada tarde para hacer meditación y poder encontrarnos a nosotros mismos..

Suma las horas que se van en limpiar, barrer, fregar, quitar el polvo, poner la lavadora, hacer la comida, planchar.....

Si se siguen empeñando en que llevemos una vida así de sana, al menos que nos den alguna facilidad; es evidente que 24 horas al día no dan para todo ni harto de vino.

Una de dos, o hacen los días de 50 horas, algo que todos sabemos es imposible, o directamente "liberan" aquellas horas que gastamos de forma más inútil para que las empleemos en poner en marcha sus necesarios consejos.

Evidentemente, las que corresponden al rato que estamos cada día en el trabajo, sin la menor duda y con mucha diferencia, las más inútiles, serían las primeras que tendrían que "reconvertirse"

Y es que cualquier esfuerzo que hagamos para procurarnos un estilo de vida más saludable, seguro que merecerá la pena, aunque para ello tengamos que sacrificarnos y prescindir de nuestras deseadas tareas laborales diarias.