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  446. Viernes, 3 Diciembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo cuadragésimo sexto: "!Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal! (Jaume Perich, humorista, 1941-1995)

Está claro que a partir de hoy, y al menos hasta el próximo jueves, el mundo se divide en dos grandes grupos: los que hacen puente y los que no.

Y que menos qué, aprovechando que es viernes, hacer, a unos y a otros, alguna sugerencia para sacarle el máximo partido a estos ratos de ocio del largo fin de semana que tenemos (unos más que otros) por delante.

Como para los que tienen puente estos días serán bastante más largos que para los que no lo tenemos, lógicamente, los consejos no podrán ser los mismos, pero que nadie dude que todos están hechos con el máximo cariño.

Si no haces puente: olvida la injusticia que se ha cometido contigo imitando al piojo.

Estos animalitos con dos pares de testículos que equivaldrían a cinco kilos en la especie humana y un pene que equivale a la mitad de su cuerpo, satisfacen a una media de 18 compañeras con continuidad, teniendo relaciones coitales durante seis horas seguidas sin perder la erección.

A por ello.

Si eres de "esos" que hacen puente: nada mejor que probar un invento que, aunque patentado ya en 1856 por un tal L. B. Sydney, os va a venir como anillo al dedo para tantos días de asueto: "El timbre del durmiente".

Este invento, ideal para los que no tengan que trabajar el martes, consiste en rodear el pene del "puentero" en cuestión, con una serie de placas de metal que están conectadas a un potente timbre; éste se dispara cuando, durante el sueño (de ahí el nombre) o cualquier otra situación "extraña", el miembro viril se pone turgente.

Y no hace falta que me deis las gracias, sé que os lo merecéis.

Un servidor, teniendo en cuenta que estará el martes aquí, va a ver si, dentro de sus limitaciones, imita al piojo en todo lo que pueda.