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  453. Jueves, 16 Diciembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo quincuagésimo tercero: "Estoy contento, tengo pelos en el culo y me los cuento". (Ramiro J. , 32 años Creador, impulsor y, por ahora, único miembro del movimiento poético denominado "neorrealismo - abstracto - conceptual")

Hoy, en atención a las fechas en las que estamos y en exclusiva para los amables lectores, una recomendación gastronómica muy en la línea habitual de "tantos hombres y tan poco tiempo", es decir algo sencillo a la par que elegante, con el que ser original esta navidad.

Es la "Golden opulence Sundae", un postre que mide más de 30 centímetros y lleva cinco bolas de helado de vainilla tahitiana, varios tipos de chocolates hechos con cacao exclusivo de la costa de Venezuela, frutas exóticas y 23 pequeñas piezas de oro comestible, además de caviar artificial endulzado con fruta de la pasión, naranja y Armagnac.

Eso si, hay dos "pequeños" problemas, el primero es que para hincarle el diente hay que ir al único sitio dónde se "fabrica", y resulta que este sitio está en Nueva York.

El otro "pequeño problema" sin embargo, es más fácil de solucionar, se trata del precio: cada copa vale mil dolores. Como se puede apreciar, un verdadero chollo.

A ver quien es el guapo que no se pide dos tal y como se está poniendo el cambio del euro.