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378. Viernes, 6 Agosto, 2004
Capítulo Tricentésimo septuagésimo octavo: ¿Por qué si uno se queda parado en un sitio el tiempo suficiente, se acaba formando una cola detrás?
Para llorar, claro que la culpa la tengo yo por ponerme a leer semejantes cosas. Hasta el segundo capítulo he llegado en un esfuerzo sobrehumano, pero ni un renglón más.
Manual de la etiqueta masculina y los buenos modales, primera lección: cómo debe un gentelman llevar el paraguas cuando no llueve.
Es imprescindible cogerlo siempre con la mano derecha y dejarlo apoyar suavemente sobre el suelo cada tres pasos, ni uno más ni uno menos. Adquirir la mecánica exige mucha concentración, cualquier traspiés cuando lo llevamos a la práctica, demostrará claramente una absoluta falta de " pedigrí".
Manual de la etiqueta masculina y los buenos modales, segunda lección: para caminar con la apostura y la rectitud necesarias, nada mejor que entrenarse a base de andar despacio cinco minutos diarios con un voluminoso libro sobre la cabeza, con los hombros bien rectos, algo que dará la imprescindible prestancia.
No hay que olvidar que un auténtico caballero nunca tiene prisa, recordando siempre que a la hora de sentarse hay que desabrocharse la chaqueta justo antes y, una vez sentados, elevar levemente el bajo de los pantalones.
Y hasta aquí pude leer, pensar que existen reglas que digan hasta cual es la manera más correcta de plantar el culo en una silla me pareció una ordinariez.
De todas formas, teniendo en cuenta que en el prologo del libro dejaban muy claro que " a las mujeres les gustan los hombres bien vestidos, sofisticados y elegantes".. estoy yo pensando que coño hago leyendo esto, si a mi las mujeres como que, cuanto más lejos mejor.
¿Sería una buena táctica hacer lo contrario de lo que aconsejan?
Bien pensado, la que más razón va a tener en estas cosas va a ser Shirley MacLaine cuando hacía de Ouiser Boudreaux en Magnolias de acero diciendo aquello de: " Es un auténtico caballero. Apuesto a que saca los platos del fregadero antes de mear dentro"
Al final harán que me ponga a trabajar aunque solo sea por puro aburrimiento.
377. Jueves, 5 Agosto, 2004
Capítulo Tricentésimo septuagésimo séptimo: ¿Por qué hay gente que despierta a otros para preguntar si estaban durmiendo? Cuando alguien te pregunta que es eso de los "blogs" y, sobre todo, si la cuestión se acompaña del casi inevitable, " y eso para que sirve", la cara de bobo se pone en automático, y responder, lo que se dice responder.. como que no mucho. Imaginemos que esto de escribir una " bitácora" se hubiera inventado hace muchos años; imaginemos que a la hora de escribirlas, sus autores usaran y abusaran de las mismas manías y comportamientos extravagantes que los han hecho famosos, imaginemos escribiendo blogs a: ... aquellos que tenían especial cuidado por cuidar su atuendo a la hora de escribir, como el conde de Buffon, que sólo podía escribir vestido de etiqueta, con puños y chorreras de encaje y espada al cinto; Alejandro Dumas padre que, cuando escribía, vestía una especie de sotana roja, de amplias mangas, calzando sandalias; Pierre Loti, que vestía trajes orientales, escribiendo en un despacho decorado a la turca, o al poeta inglés John Milton, que escribía envuelto en una vieja capa de lana. ... aquellos que eran incapaces de estarse quietos: como, Chateaubriand, que dictaba a su secretario paseándose con los pies descalzos por su habitación; Victor Hugo, que meditaba sus frases o sus versos en voz alta paseando por la habitación hasta que los veía completos, pasando entonces a escribir con toda rapidez, o a Jean-Jacques Rousseau, que prefería trabajar en pleno campo y, a ser posible, al sol y, si el ruido también le molestaba, se taponaba los oídos con bolitas de guata. ... aquellos a los que les preocupaba más el "dónde" que el "cómo" o eran especialmente maniáticos; por ejemplo, Montaigne, que escribía encerrado en una torre abandonada; el poeta alemán Schiller, que sólo podía escribir si tenía los pies metidos en un barreño con agua helada; Lord Byron, que excitaba su inspiración mediante el aroma de las trufas, de las que procuraba llevar siempre algunas en sus bolsillos; o Gustave Flaubert, que era incapaz de escribir ni una sola línea sin antes haberse fumado una pipa. O aquellos raros, raros, raros, como, otra vez, Victor Hugo, que no demasiado confiado en su propia voluntad, tenía por costumbre entregar sus ropas a su criado, con la orden de que no se las devolviese hasta que transcurriese un plazo predeterminado, aunque él se las pidiese encarecidamente. De esta forma, se obligaba a escribir sin posibilidad alguna de evadirse. O Honoré de Balzac que se solía acostar a las seis de la tarde, siendo despertado por una criada justo a medianoche; inmediatamente se vestía con ropas de monje (una túnica blanca de cachemira) y se ponía a escribir ininterrumpidamente de doce a dieciocho horas seguidas, siempre a mano su cafetera de porcelana. Durante todo ese tiempo no paraba de consumir taza tras taza, lo que, en su opinión, no sólo le mantenía despierto y despejado, sino que le inspiraba a escribir. Para que luego digan que los que ahora escribimos cada día en estos blogs, bitácoras, weblogs o como se llamen, sin más explicación que " porque nos da la gana" somos unos bichos raros.
376. Miércoles, 4 Agosto, 2004
Capítulo Tricentésimo septuagésimo sexto: ¿Por qué cuanto más feo es el corte de pelo que te han hecho más tarda en creer?
Traed las palomitas, llenaros el vaso de lo que tengáis menester tomar a estas horas, sacar los pañuelos, y poneros cómodos. Hoy una de las historias de amor eterno más " aparatosas" que en el mundo han sido: .
Eloisa era una mujer muy singular, entre otras razones porque llegó a cursar estudios de medicina y filosofía en un tiempo en que prácticamente ninguna mujer lo hacía, en aquellos oscuros años del mil ciento y poco.
Su tío, el canónigo Fulberto, con quién vivía, contrató al filósofo y teólogo Pierre Berenguer, más conocido con el seudónimo de Abelardo, a la sazón profesor en la universidad de París, para que adiestrara a su sobrina en dichos saberes.
Por entonces, Eloísa tenía 16 años y Abelardo 38, y entre ambos surgió un apasionado amor.
Fruto de él, la inteligente y bella pupila quedó embarazada. En tal tesitura, Abelardo simuló su rapto y la envió a Bretaña, a casa de una hermana suya, donde Eloísa dio a luz a un niño, al que, por cierto, impusieron el curioso nombre de Astrolabio.
Ante las reclamaciones de Fulberto, Abelardo accedió a casarse con la joven siempre que la ceremonia se celebrara en secreto y su matrimonio no fuera nunca desvelado; pero la propia Eloísa rechazó la proposición para no perjudicar con el posible escándalo la reputación y la carrera de su amado.
Pese a ello, finalmente se casaron. A pesar del pacto, Fulberto hizo pública la noticia y Abelardo envió a su esposa a la abadía de Argenteuil para reducir los efectos del escándalo.
Mas creyendo el iracundo Fulberto que lo que realmente intentaba Abelardo era deshacerse de su esposa, contrató a unos sicarios que irrumpieron en la casa del filósofo y, siguiendo las instrucciones del canónigo, lo castraron.
Desolada Eloísa con tan triste noticia, permanecería el resto de su vida convertida en una sabia y apacible abadesa, pero sin olvidar nunca su imperecedero amor por el mermado filósofo.
Este volvió tras un tiempo a recibir permiso para dar clases y fundó en la región de Champagne la famosa escuela de filosofía del Paráclito, actividad con la que poco a poco fue olvidando a Eloísa. Sin embargo, sus ideas, avanzadas a ojos de la ortodoxia católica, le hicieron caer otra vez en desgracia, tras ser sucesivamente condenadas en el Sínodo de Soissons y en el Concilio de Sens, acabando sus días como simple monje en un convento, escribiendo libros de teología y su famosa autobiografía: " Historia de las desventuras de Abelardo".
Eloísa, que le sobrevivió veintidós años, murió, aún enamorada, en su retiro bretón, siendo enterrada, por fin, junto a su amado para toda la eternidad.
¿Quien dijo que no existe el amor eterno?
Fin.
375. Martes, 3 Agosto, 2004
Capítulo Tricentésimo septuagésimo quinto: ¿Por qué cuando tienes una herida en un dedo, parece que es ese dedo el único de la mano que usas continuamente?
Tal y como se está poniendo la vida moderna ser vago es cada vez más difícil.. pero a todos los niveles.
Resulta que hay unos animalitos con los que me identifico plenamente, y no sólo porque se alimenten de eucaliptos, -aunque tengo que reconocer que yo no como mucho más-, o por su costumbre de no beber nunca agua, no sudar y no tener parásitos, -algo a lo que, salvo quizá en lo de los parásitos,- también me acerco bastante, sino y sobre todo, por sus muy saludables costumbres a la hora de organizarse la vida.
Son los koalas. Unos auténticos modelos a imitar, y más listos que el hambre.
Resulta que prefieren acumular energía para cuando les pueda hacer falta, por lo que permanecen descansando o durmiendo entre 18 y 20 horas diarias, empleando las demás en comer y relacionarse.
Todo un verdadero ejemplo animal que deberíamos de seguir todos los humanos, y que algunos, por alguna razón que se me escapa, se empeñan en no entender.
Por eso, los koalas, como máximos representantes de una calidad de vida bien entendida y a la que aspiramos muchos, resulta que están al borde de la extinción.
Parece que todo les vale con tal de que nuestros mitos, nuestros héroes, nuestros ejemplos a seguir, dejen de serlo.
Y es que hay animales que te tienen que caer simpáticos por fuerza y hagan lo que hagan.. o precisamente por no hacerlo.
374. Lunes, 2 Agosto, 2004
Capítulo Tricentésimo septuagésimo cuarto: ¿Por qué siempre se acaba el cartón de la leche o el del zumo cuando el vaso está a la mitad?
Me cuenta una mujer, y sin embargo amiga, con la que comparto de vez en cuando churros en el desayuno, y, siempre que puedo, largas conversaciones, que mi " misoginia" crónica, no es más que un problema de miedo.
Según su teoría, que va argumentando entre porra y porra, las mujeres me producen ese temor por una razón muy clara: son superiores a los hombres en todos los sentidos.
Resulta que nos han estado vendiendo la historia cambiada, que la verdadera, la que todos los sabios del mundo saben, es muy distinta a la que enseñan "oficialmente", pero que por alguna extraña conspiración de intereses, ninguno se ha atrevido a contar.
Según sus " informes", el principio de todo es " ligeramente" distinto a la versión que todos sabemos:
Caminaba Eva por los jardines del paraíso con una expresión bastante deprimida. En ese momento oyó la voz de Dios:
-¿Qué es lo que no va bien en tu vida?
Eva dijo que no tenía con quien hablar. Dios, que quería verla contenta, le dijo que podría crear un compañero, al que llamaría hombre.
-Haré lo que esté en mis manos para que no sigas sola -continuó Dios-, pero no puedo prometerte mucho, ya que a ti te di lo mejor, y no debo crear dos cosas iguales. Esta nueva criatura será incompleta, ya que tendrá una costilla
menos que tú. Mentirá mucho, y cuando se sienta inseguro, tendrá una actitud arrogante.
-¿Ninguna virtud?
-Estoy pensando. Tal vez, para que no tengas que preocuparte de la alimentación, él será más hábil a la hora de correr tras los animales. Sin embargo, no te extrañe si, antes de podértelos comer, tienes que escuchar una serie de historias sobre su destreza y coraje.
-Por lo menos, terminará con la monotonía de este paraíso -dijo Eva.
-Cierto, pero será muy infantil, y encontrará placer en cosas muy tontas, como pelear y darle puntapiés a una pelota.
-Aun así, todavía es mejor que pasarse el día entero sola -insistió Eva.
Dios reflexionó por unas instantes y dijo:
-Está bien. Pero, como además de todo eso será muy vanidoso, tengo que poner una condición.
-¿Y cuál es esta condición?
-Tendrás que dejar que piense que él fue creado primero. . Hoy enlazan a peluche 480 links. Mek es uno de ellos
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