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  473. Lunes, 24 Enero, 2005

 
Capítulo Cuadringentésimo septuagésimo tercero: "Aclaración: Las bombas no matan gente, las explosiones matan gente. (Genaro H., 59 años, empresario, y es fácil adivinar de qué.)

Siempre he tenido una especial "debilidad" por los rollos de papel de culo; es un mundo aparte, los hay de todos los tamaños, de todos los colores y hasta de distintos olores.

Pero que no quería yo hablar hoy de algo tan "personal", al menos no solamente de eso, sino de algo que se está poniendo de moda en los supermercados: la manía que les ha entrado de venderte las cosas en "packs", es decir que, aunque sólo quieras un yogurt, una botella de agua o un rollo de papel de culo, solo uno, acabas, quieras o no, llevándote el lote completo.

Bueno, si, reconozco que tampoco es mucho problema teniendo en cuenta que la mayoría de estas cosas que venden "agrupadas" son de uso corriente y no suelen estropearse.

Además tienen una gran ventaja: lo bien que vienen preparados, con el retractilado ese de plástico fino que mantiene apretadito lo que sea marcando el paquete (y no, no hay dobles sentidos)y hasta con su asa para que lo podamos agarrar y transportar con toda comodidad.

Y es aquí dónde sí quiero quejarme, y mucho.

Paso que tenga que comparar seis cartones de leche desnatada con calcio y "tonalin" a la vez, aunque con uno tendría para toda la semana, pero no entiendo a las "simpáticas" cajeras que cuando vas a pagar, lo primero que hacen con el susodicho "pack", es romperlo para sacar una caja y pasarla por el código de barras.

Adiós "pack", adiós asa y adiós a la única ventaja que le encontraba yo a esto de comprar las cosas a lo grande.

Y quizá sea sólo una apreciación mía, pero a más de una le he notado yo poner cara de satisfacción asesina cuando te ven llegar con uno de esos "packs" a sus "dominios".

Yo creo que disfrutan.