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  504. Martes, 8 Marzo, 2005

 
Capítulo Quingentésimo cuarto: "Es una pena que las únicas personas que saben como gobernar el país estén ocupadas conduciendo taxis o cortando el pelo" (George Burns, 1896-1996, actor estadounidense)

Teniendo en cuenta que hasta principios del siglo XX, en la misma Inglaterra existía una ley que permitía al marido pegar a su esposa "siempre que no fuera con una vara más ancha que el pulgar del marido", que menos que usar un día como el de hoy, tan internacional de la mujer, -lo de trabajadora se le supone-, para ponernos en plan reivindicativo.

Parece claro que las mujeres en general, y por el simple hecho de serlo, pueden llegar a cobrar menos por su trabajo que un hombre.

Pero sin desmerecer ni querer desviar la atención sobre tan importante asunto, no hay que olvidarse que no son las únicas que sufren ese tipo de "discriminaciones".

Resulta que según un estudio de la Universidad de Florida, cada 2,5 centímetros que uno tenga más de estatura, reportan 946 euros más al año y por una razón tan tonta como todas las que intentan justificar estas cosas: los altos, sean hombres o mujeres, son percibidos como mucho más eficaces que los de una estatura inferior.

Desde mi unosetenta, protesto. Los "funcionales" estamos dispuestos a luchar por la igualdad.

No al "aspectismo" discriminatorio y, aunque tengamos que venir con tacones, queremos cobrar como los de "unonoventa".

O más, que para eso se lleva tanto ahora lo de discriminación "positiva".