Capítulo Quingentésimo quincuagésimo primero: "La realidad es una muleta para la gente que no aguanta las drogas" (Lily Tomlin, 1939, actriz estadounidense)Lo leo en una de esas revistas "
sólo" para mujeres llenas de anuncios de cremas anticelúliticas y dietas de 235,5 calorías, la última moda que causa furor en los Estados Unidos: el "
whoring".
O lo que es lo mismo, "
estimular" las relaciones sexuales dentro del matrimonio mediante el pago, por parte de uno de sus miembros, de una cantidad de dinero a la otra parte, cada vez que uno de los dos quiera hacer uso de los "
derechos matrimoniales".
Las reglas son simples, uno puede pedirle al otro que le haga cualquier tipo de "
servicio" y el otro se puede negar si la "
práctica" pedida no le interesa, o decidir subir la tarifa de manera escandalosa por consentir el capricho.
Lado bueno: gracias al "
whoring" muchos estadounidenses lo hacen cuando quieren y, sobre todo, como "
lo" quieren, mientras sus parejas salen de compras casi todos los días.
Lado malo: puestos a pagar, seguro que uno acaba echando de menos cierta "
variedad" en la materia prima que "
alquila". Por mucho que a uno le gusten las croquetas (y por mucha variedad de ellas con las que te puedan sorprender cada día) de vez en cuando apetece, -ya que se paga el "
menú"-, un trozo de jamón
Con razón el autor del reportaje traduce "
whoring" como "
zorreo".