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  574. Lunes, 27 Junio, 2005

 
Capítulo Quingentésimo septuagésimo cuarto: "El futuro es algo a lo que todo el mundo llega a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea". (Clive Staples Lewis, 1898-1963 escritor británico)

Es normal que el tiempo corra a nuestro favor, cuando más razonemos, cuanto más nos civilicemos, más pronto llegaremos a comprender que ser vago es el futuro.

Por eso cada vez me siento menos solo en mi reivindicación diaria y constante del escaqueo como la única forma de vida laboral aceptable y el último libro con el que ando liado : "Buenos días, pereza" (Ed. Grup 62) escrito por Corinne Maier, ha venido a reforzar mis ideas sobre el asunto cuando sólo falta una semana para la primera tanda de vacaciones.

Corinne Maier, empleada de una empresa eléctrica y sancionada por la compañía a causa del libro, describe la pereza como la nueva arma de los subversivos y habla de los perezosos como los nuevos Gandhi.

Ya no se trata de derrotar al "sistema" (sea quien sea este señor o señora) montando protestas violentas o manifestaciones pacifistas. Es mucho más sencillo: dejemos de trabajar y el sistema acabará quebrando.

Y bastan diez simples consejos para lograrlo, diez pistas "mágicas" en las que se sintetiza la gran filosofía que tarde o temprano se instalará, por lógica, en el mundo.

1. Trabaje por lo que cobra a fin de mes y punto. La empresa no es el lugar adecuado para desarrollar su potencial.

2. Esfuércese lo menos posible. Sólo dedique algún tiempo a crear una red de contactos" y a "venderse" para tener apoyos que eviten su despido.

3. Cuanto más use la jerga empresarial, más pronto creerán que está en el ajo.

4. Nunca, bajo ningún concepto, acepte un cargo de responsabilidad.

5. En las empresas grandes, elija los puestos más inútiles. Paradójicamente, es más difícil medir su verdadero efecto en la "creación de riqueza".

6. Huya de todos los cambios. En el nivel de los ejecutivos sólo se despide a los más expuestos a la vista.

7. Aprenda a identificar a las personas que, como usted, han comprendido que el sistema es absurdo.

8. Procure tratar cordialmente a los trabajadores contratados temporalmente. Son los únicos que trabajan.

9. No olvide las técnicas de despiste más eficaces: llevarse papeles a casa u organizar muchas reuniones. Jamás vaya por el pasillo con un periódico bajo el brazo.

10. No vale la pena querer cambiar el sistema, oponerse a él es reforzarlo. No hay que desesperar nunca: nada es eterno, todo tiene su fin.

Naturalmente a la hora de ponerlas en marcha, y como siempre pasa cuando alguien tiene ideas que van por delante de su tiempo, no nos quedará más remedio que luchar contra la incomprensión general, pero eso es algo que no hace sino afianzarnos más en nuestra filosofía:

Ser "vago" es el futuro y cuanto antes lo asumamos, y sobre todo cuanto antes lo asuman "ellos", mejor. .