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  586. Jueves, 28 Julio, 2005

 
Capítulo Quingentésimo octogésimo sexto: "Los espejos, antes de darnos la imagen que reproducen, deberían reflexionar un poco". (Jean Cocteau, 1889-1963, escritor francés)

Si, como es evidente, resulta mucho más fácil crearse problemas que quitárselos, no podemos, -al menos los vagos vocacionales-, llegar a otra conclusión: hay que crearse los menos problemas posibles.

La verdad es que todo depende de la importancia que queramos darle a las cosas; Al fin y al cabo ya lo dijo un filósofo de esos tan cursis que sueltan frases para quedar bien: "la felicidad no es una meta hacia la que se camina sino simplemente un modo de caminar".

Además, todo (menos la muerte y los impuestos) tiene solución. Es cuestión de tiempo. No olvidemos que hay un montón de "genios" trabajando cada día para que los demás podamos tener una vida más cómoda.

Los japoneses (tenían que ser ellos) acaban de lanzar al mercado un chicle que realza el pecho de las mujeres, el "Bust Up", que se mastica cuatro veces al día y libera pueraria, una sustancia natural que activa y tonifica el tejido de las mamas.

Los panaderos españoles, empezando por los de Alicante, aprovechando la ola light, van a cambiar la composición del pan que venden añadiéndole unos nuevos ingredientes, germen de trigo y centeno, que darán más consistencia a la miga.

Pero a la felicidad que va a suponer que uno encuentre algo más que miga llena de agujeros cuando se come un bocadillo, no va a ser nada comparado con los verdaderos beneficios que aportan las nuevas "incorporaciones": tanto el germen de trigo como el de centeno son capaces de regenerar las células y de retrasar el envejecimiento de quien las consuma.

Pero aún hay más.

Por el mismo precio que comes pan, te regeneras y retrasas el envejecimiento, resulta que el germen de trigo y el centeno también son capaces de mejorar la calidad del semen de cualquier varón que los consuma.

A ver quien se resiste ahora a masticar chicle o a comer pan sabiendo que hacerlo te convierte en un sex symbol eterno.

Desde luego, y con la de facilidades que nos dan, el que no llega a los noventa joven, guapo, con tetas de adolescente sueca y tan verraco (o más) como a los quince, es porque no quiere.