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622. Jueves, 6 octubre, 2005

 
Capítulo Sexcentésimo vigésimo segundo: "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos" (Miguel de Unamuno 1864-1936, escritor español)

Mi profunda, casi enfermiza, aversión a esa especie de quirófanos con olor a sobaco llamados gimnasios parece que puede empezar a cambiar.

La reputada dominatrix Mistress Victoria, que además de licenciada en Medios de Comunicación y cualificada monitora de gimnasia, es una de las reinas del sadomasoquismo underground en Nueva York desde hace más de diez años, está poniendo de moda el "slavercise" (algo así como "ejercicio de esclavos"), una gimnasia aeróbica en la que los alumnos (los "esclavos") pagan 20 dólares por cada sesión colectiva semanal de una hora de humillaciones físicas y verbales, golpes e intimidaciones, con el único fin de quemar calorías y ponerse en forma bajo el lema: "sudarás, sufrirás y volverás a por más"

El latex, el cuero y las máscaras al estilo catwoman son opcionales; de hecho los únicos complementos que se necesitan son un par de zapatillas de deporte y una botella de agua, mientras que el tono de las sesiones lo fija Mistress Victoria al grito de: "!Sois todos tan patéticos!"

Según postula el slavercise, el buen estado físico se puede lograr de una forma más entretenida a fuerza de azotes, intimidaciones y sopapos ya que según han comprobado : "la gente parece más animada a prestar atención a su forma física si su entrenador va embutido en cuero negro armado con un látigo".

Ahora que no me oye nadie... Me voy a poner de un cachas.. bufffff.