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539. Viernes, 6 mayo, 2005
Capítulo Quingentésimo trigésimo noveno: "La idea es morir joven lo más tarde posible" (Ashley Montague, 1905-1985, antropólogo israelí) Se empeñan en decirlos que esta es la época de la " tiranía de la imagen", que antes para triunfar sobraba con tener talento, no como ahora que basta con ser un " cuerpo" para llegar a la cima. Mentira. Puedo demostrar y demuestro que eso es así de toda la vida; Desde que el hombre es hombre " tiran más dos tetas que dos carretas" o dicho en su versión más gay " tiran más dos cojones que dos camiones" En el siglo IV a. d. C. que ya son siglos, existió una cortesana griega llamada Mnesarate, más conocida como Friné (literalmente " sapo", al parecer por el color de su piel) que era considerada como una de las mujeres más hermosas de toda la Grecia antigua. Su cuerpo sirvió como modelo a Praxíteles, uno de sus muchos amantes, para realizar la estatua de la diosa Afrodita conocida como Venus de Cnido, y de musa a pintores como Apeles que se inspiró en ella para dibujar su Afrodita Anadiomena recordando aquella vez que durante un festival público, Friné se soltó el pelo (en todos los sentidos), se desnudó y se sumergió en el mar delante de la concurrencia. En cierta ocasión Friné fue acusada por un tal Eutías de " impiedad" (uno de los delitos más graves de la época) por profanar los misterios eleusianos, una denuncia falsa tras la que se escondía el verdadero motivo: el despecho, ya que la bella, deseable y un poco casquivana de Friné le había dado repetidas calabazas al tal Eutías. Con tal motivo Mnesarete compareció ante el tribunal de los heliastas; Cuando estaba a punto de ser condenada a muerte tomó la palabra en su defensa uno de los mejores oradores de la época, Hipérides, soltando un emocionado y encendido alegato a favor de la acusada que, sin embargo, no encontró una respuesta muy favorable del jurado. En esas estaban cuando a Hipérides, viendo que su excelente oratoria no servía para nada por más razón que tuviera, se le ocurrió una idea: hizo que la acusada se despojara del peplo y se mostrase desnuda ante el tribunal al tiempo que exclamaba: "Olvidad, si os parece, todos mis anteriores argumentos. Pero ved, ¿no lamentareis condenar a muerte a la propia diosa Afrodita? ¡Piedad para la belleza!". Tan convincente e inapelable debió de ser este " argumento" que Friné fue absuelta por el tribunal de todos los cargos y puesta en libertad inmediatamente, pudiendo así continuar con su " éxito profesional", amasando una inmensa fortuna con la que llegó a restaurar las murallas de Tebas y hasta levantar en su propia casa una estatua de oro macizo en honor a Zeus, estatua en la que por cierto se podía leer la inscripción: " gracias a la intemperancia de los griegos". Como es natural, los encantos de Friné se fueron desvaneciendo con los años, algo a lo que ella nunca se resignó y para lo que usaba todo tipo de potingues y remedios de una forma tan exagerada que un comediógrafo de la época, Aristófanes llegaría a decir de ella " Friné ha convertido su rostro en una botica". Seguro que por muy desnuda que se hubiera puesto en esta época de su vida con unos años de más, ningún tribunal la hubiera absuelto.. claro que bien mirado, si hubiera sido así en sus años mozos seguro que tampoco nadie le hubiera denunciado. Hasta el lunes. . hoy enlazan a "peluche" 573 links, desde 268 bitácoras.
538. Jueves, 5 mayo, 2005
Capítulo Quingentésimo trigésimo octavo: "En realidad las tortugas saben volar, lo que pasa es que son tan lentas que no consiguen despegar" (Pablo H., 8 años, estudiante) No sé si el " dicho" estará muy extendido o simplemente era una frase que mi abuela había cogido prestada de vete tú a saber quien y la acabó añadiendo a su repertorio, pero cada vez que alguno de nosotros se despistaba con alguna cosa, por tonta que esta fuera, nos soltaba algo así como que nos habíamos quedado " como las vacas mirando pasar al tren". Y algo de razón debía de tener la buena mujer, al fin y al cabo poco más que ver pasar un tren le hace falta a una vaca para quedarse con la boca abierta durante un buen rato. Bueno pues de la misma manera me quedo yo cada mañana que vengo a trabajar, cosas del estrés, claro, algo que quizá por ese gran corazón que poseo, me producía un "ligero" (muy ligero, es verdad) remordimiento pensando, ingenuo de mí, si no estaría desatendiendo, aunque sólo fuera por unos minutos, mis obligaciones laborales al estar " mirando como las vacas al tren". Pues no, resulta que no, que me tenían engañado, y visto lo visto, parece que soy de los " profesionales" más activos laboralmente hablando. Un estudio realizado por una empresa de trabajo temporal, asegura que 1 de cada 5 (! uno de cada cinco!) españoles confiesa (! confiesa!) que en algún momento se ha quedado dormido en su lugar de trabajo. De ellos, un 11% lo hizo en su mesa, un 5 % en el retrete de la empresa y un 4 % (! cuatro por ciento!) durante alguna reunión. ¡Yo nunca me he quedado dormido en una reunión! Tal y como está el panorama laboral no sólo se me acaban de quitar esos remordimientos de improductivo que -por mi buen corazón- me entran de vez en cuando, sino que desde ahora mismo voy a exigir un plus por mi fabuloso rendimiento, muy superior, desde luego a la media. O eso o a partir de ahora ese porcentaje del 4% de reunión-dormilones aumenta fijo, que ya está bien de hacer el tonto sólo por ser bueno. . hoy enlazan a "peluche" 573 links, desde 268 bitácoras.
537. Miércoles, 4 mayo, 2005
Capítulo Quingentésimo trigésimo séptimo: El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo. (Gregorio Marañón 1887-1960 médico y escritor español)Hay que reconocer que en cuatro días dedicándote a la vida contemplativa uno puede acabar aprendiendo más cosas (al menos más cosas útiles) que en todo un año viniendo a trabajar. Ejemplos: el sábado aprendí a hacer tortilla de patata sin necesidad de pelar, cortar o freír patatas; La cosa no puede ser más fácil, se coge unas patatas fritas de esas de bolsa, se dejan un rato en leche, se escurren, se meten en el huevo y a cuajar. Más práctico: el lunes aprendí a quitarme el hipo. Yo sabía lo de dejar de respirar, beber agua boca abajo o demás historias raras de esas... pero nada mejor que tragar azúcar (sin dejar que se disuelva en la boca) para que desaparezca. Mano de santo, y mucho más dulce. Eso sí, aunque el método funciona en la mayoría de los casos, tampoco es seguro al 100% , hay que tener en cuenta que cada hipo es un mundo. Por ejemplo, el estadounidense Charles Osborne ( 1894-1991) que comenzó a padecer un ataque de hipo en 1922, mientras sacrificaba un cerdo. Desde entonces y hasta el 1 de mayo de 1991, fecha en la que falleció por otras causas (a los 97 años se suele fallecer por distintas causas sin grandes dificultades), el ataque no le remitió. Es decir, estuvo hipando continuamente (a un ritmo que oscilaba entre 20 y 40 hipos por minuto) durante más de 71 años de los 97 que vivió. Por cierto, y a pesar de este inconveniente, Osborne contrajo dos matrimonios, de los que nacieron en total ocho hijos, algo que no deja de ser curioso, me imagino yo la situación cuando el pobre chico estuviera " arreando" con el hipo a cuestas... Pero vamos, tampoco hay que ponerse en casos extremos. Aprender cosas, una razón más, otra, para no desperdiciar el tiempo viniendo al trabajo. Suma y sigue. . hoy enlazan a "peluche" 570 links, desde 263 bitácoras.
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