Capítulo Sexcentésimo octogésimo séptimo: "Si quieres vivir feliz, no te importe que te crean tonto". Séneca 3a.C-65 d.C, filósofo y político latino)
Pues no. Ni es una lúbrica perversión sexual, ni tiene nada que ver con algún sonado caso de bestialismo que hubiera pasado de generación en generación para gloria y/o bochorno de los descendientes del protagonista.
Resulta que la frase "joder la marrana", a la que tan aficionada era mi abuela, nada tiene que ver con retozar con alguna cerda promiscua, sino con una segunda acepción del término "marrana": "eje de la rueda de la noria".
El modismo se refiere a quienes, para fastidiar, ponían palos en la marrana -así llamada porque al girar suena como el gruñido de un animal-. Al parecer la idea de introducir esos maderos y la de fastidio que eso producía trajeron de la mano el verbo "joder".
Casi nunca nada es lo que parece. Como lo de aquel ciego que estaba esperando para cruzar la calle y una señora que pasó a su lado le cogió del brazo pasando al otro lado. Una vez allí, la señora le dijo: " le estoy muy agradecida. Es que, sabe usted, soy casi ciega".