Capítulo Septingentésimo vigésimo sexto: "La felicidad es como las nieblas ligeras: cuando estamos dentro de ellas no las vemos. (Amado Nervo, 1870-1919, poeta mejicano)Ayer tuvimos una reunión para, según la convocatoria, "
valorar los puestos de trabajo". Los psicólogos lo invaden todo. Son los nuevos sastres del cuento aquel en el que nadie se atrevía a decirle al emperador que no llevaba traje después de que ellos se encargaran de vender que sólo los "
listos" y "
modernos" iban a ser capaces de apreciarlo.
No es la primera vez que nos cazan. Suele pasar un par de veces al año cuando algún amigo de quien decide estas cosas le "
vende" algún programa informático repleto de gráficos naif y casillas que uno debe marcar como si de ello dependiera el futuro de la humanidad.
Aunque todos sabemos que ni tan siquiera los leerán, nos tragamos sin rechistar la hora y media larga de explicaciones sobre lo importante que es "pensar" cada respuesta y la forma de hacerlo correctamente; En la práctica se trata simplemente de poner unas ristras de crucecitas a boleo, pero les sería más difícil justificar la fortuna que van a cobrar por ello si no lo adornaran todo con "
gestiones globales", "
establecimiento de directrices" y otras frases comodín sacadas de "
hablar cuatro horas sin decir nada". Ya decía aquel: no es lo mismo decir "
use el bolígrafo para rellenar las casillas" que "
utilice una herramienta multisectorial para procesar la fuente de los datos" .
De todas formas hay que reconocer que queda bien, nos hace sentir "
modernos" y además ampliamos el vocabulario técnico, y eso siempre es bueno para moverse por la vida. Además esta vez ha sido la reunión a la que más gente ha asistido y estoy completamente seguro de que no tenía nada que ver con que fuera la primera a la que asistía la flamante nueva subdirectora, ascendida desde las tareas administrativas por un romántico calentón con el jefe que todavía dura. Es el amor que rompe barreras. Hasta el martes.