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751. Jueves, 4 mayo, 2006

 
Capítulo Septingentésimo quincuagésimo primero: "La mujer es como los coches, a la vejez es cuando más se pintan". (Enrique Jardiel Poncela. 1901-1952 escritor español)

No acabo yo de tener muy claro si pierde más el tiempo la gente que inventa cosas inútiles o aquellos que somos capaces de perder el tiempo leyendo las cosas inútiles que inventa alguna gente.

Glenn Wilson, un psicólogo británico "especializado" calcular "sentimientos" mediante complicadas (lo complicado siempre es más creíble) fórmulas matemáticas ha creado la "fórmula de la popularidad", una ecuación que, según él, sirve con extraordinaria precisión (lo de "extraordinaria precisión" siempre sube mucho el caché de cualquier resultado) para calcular cuán populares somos mediante cinco factores cruciales:



Una vez recopilados los datos correspondientes a cada letra sustituiremos la inicial de cada uno de los factores por la puntuación obtenida. El resultado, en la mayoría de los casos) será un número entre el 0 y el 100. Cuanto más alta la puntuación, más popular será uno.

Naturalmente, a partir de tan crucial descubrimiento, grupos de expertos se han lanzado a la caza, captura y publicación de sesudos estudios sobre el grado de popularidad de sus correspondientes ámbitos de influencia (que suele ser el de la universidad que financia el estudio) llegando a la conclusión que la edad a la que se tiene más éxito, más amigos y más vida social, son los 22 años.

Lo dicho, no acabo yo de tener muy claro si pierde más el tiempo la gente que inventa cosas inútiles o aquellos que somos capaces de perder el tiempo leyendo las cosas inútiles que inventa la gente. Ahí estamos.