Capítulo Septingentésimo quincuagésimo primero: "La mujer es como los coches, a la vejez es cuando más se pintan". (Enrique Jardiel Poncela. 1901-1952 escritor español) No acabo yo de tener muy claro si pierde más el tiempo la gente que inventa cosas inútiles o aquellos que somos capaces de perder el tiempo leyendo las cosas inútiles que inventa alguna gente.
Glenn Wilson, un psicólogo británico "
especializado" calcular "
sentimientos" mediante complicadas (lo complicado siempre es más creíble) fórmulas matemáticas ha creado la "
fórmula de la popularidad", una ecuación que, según él, sirve con extraordinaria precisión (lo de "
extraordinaria precisión" siempre sube mucho el caché de cualquier resultado) para calcular cuán populares somos mediante cinco factores cruciales:
Una vez recopilados los datos correspondientes a cada letra sustituiremos la inicial de cada uno de los factores por la puntuación obtenida. El resultado, en la mayoría de los casos) será un número entre el 0 y el 100. Cuanto más alta la puntuación, más popular será uno.
Naturalmente, a partir de tan crucial descubrimiento, grupos de expertos se han lanzado a la caza, captura y publicación de sesudos estudios sobre el grado de popularidad de sus correspondientes ámbitos de influencia (que suele ser el de la universidad que financia el estudio) llegando a la conclusión que la edad a la que se tiene más éxito, más amigos y más vida social, son los 22 años.
Lo dicho, no acabo yo de tener muy claro si pierde más el tiempo la gente que inventa cosas inútiles o aquellos que somos capaces de perder el tiempo leyendo las cosas inútiles que inventa la gente. Ahí estamos.