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791. Martes 11 Julio, 2006

 
Capítulo Septingentésimo nonagésimo primero: "Todos los hombres tienen una mujer en el pensamiento; los casados, además, tienen otra en casa" (Noel Clarasó, 1899 - 1985, escritor español.")

En los años veinte un neurólogo, Karl Koch, creó un sencillo test con la intención de averiguar algunas facetas de la personalidad humana. La cosa no podía ser más simple, se trataba de dibujar, sin pensar y de una forma rápida, un árbol, fijándose luego en las características del mismo:

1- El tronco: determinaría la estabilidad emocional de la persona y la seguridad en sí misma.

- Si era largo: buena autoestima. Típico de una persona que destaca por encima de los demás.

- Si era demasiado corto: carácter perfeccionista y exigente.

- Si el tronco era proporcional a la copa: todo un síntoma de poseer un equilibrio emocional entre el "yo" y los demás.

2- La copa: determinaría la imaginación, los ideales y la manera de percibir la realidad del dueño del dibujo.

- Una copa excesivamente grande: persona utópica y con exceso de vanidad.

- Una copa del árbol sencilla: le gustan las cosas claras y directas.

- Si la dibuja llena de círculos: persona que tiende a analizar las cosas hasta el más mínimo de los detalles. Piensa mucho y actúa poco.

3- Las ramas: permitiría conocer la capacidad para establecer vínculos con los que nos rodean.

- Si dibuja unas ramas delgadas: personas susceptibles y débiles.

- Si las ramas se dibujan hacia arriba: persona optimista

- Si las ramas acaban en punta: persona observadora y muy crítica con los demás.

4- La base: representaría la realidad tal y como uno la ve en ese momento.

- Si la dibuja en punta: hay ciertos aspectos en su vida actual que ve como una amenaza y ante los que no está cómodo.

- Si dibuja raíces: poco sociable, típicas de personas acostumbradas a refugiarse en su mundo interior.

- Si el dibujo es un suelo recto con algo de hierba: está pasando por un momento delicado con el que no se siente identificado.
Naturalmente semejantes interpretaciones que intentan, partiendo del dibujo de un simple árbol, adivinar nuestra manera de ser, no tienen en pleno siglo XXI el más mínimo valor científico. Además, y por suerte, hoy por hoy contamos con métodos mucho más precisos a la hora de determinar nuestra verdadera personalidad.

Jackie Stallone, de soltera Jaqueline Labofish-, 85 años, varios kilos de maquillaje encima, siempre vestida con unas ropas que llamarían la atención en un carnaval, y que siempre niega haber pasado por un quirófano a pesar del inconfundible aspecto de su rostro, es conocida por dos cosas: ser la madre del Sylvester Satallone y, sobre todo, por inventar la rumpología: el arte de leer el futuro en las nalgas.

Al grito de "las líneas de tu trasero pueden revelar tu personalidad, tu futuro y tu suerte", basta con mandarle por email una fotografía medianamente buena del culo para obtener un completo informe acerca, no sólo de la personalidad del dueño de las posaderas sino, además, del porvenir que le espera...

Del árbol al culo hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad.