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740. Viernes, 7 abril, 2006
Capítulo Septingentésimo cuadragésimo: El que tiene poca memoria se evita muchos remordimientos" (John A. Osborne, 1929-1994, escritor británico) Los " sibaritas" de verdad -los naturales de la ciudad italiana de Síbaris- sólo llegaban a conciliar el sueño si dormían sobre colchones de pétalos de rosas. A tanto llegaba su " delicadeza" que había un vecino, de nombre Mintríadades, que se quejaba frecuentemente de molestas irritaciones en su piel producidas porque alguno de los pétalos de su colchón estaba arrugado. Luego voy yo, y se me ocurre pedir un mísero cojín en el que apoyar la cabeza y que me ayude a no estar tan incómodo cada vez que echo (intento echar) una miserable cabezadita (aprovechando los huecos que quedan entre los treinta y tres montones de carpetas que inundan mi mesa), y me preguntan que si estoy hablando en serio. Se empeñan en " vendernos" que las condiciones de vida han mejorando con el tiempo. Desde luego no serán las laborales. Cada vez peor. Qué pena, de verdad. Hasta el lunes.
739. Jueves, 6 abril, 2006
Capítulo Septingentésimo trigésimo noveno: "Fumar en exceso es malo. Beber en exceso es malo. Comer en exceso es malo. Follar en exceso es difícil". (Jaume Perich Escala, 1941-1995, humorista español)Con las (muy escasas) vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina hoy algo practico: Términos imprescindibles para moverse por el mundo y no dejar escapar, por un quítame allá ese " idioma", situaciones importantes. Unos "cuadritos" para recortar y guardar, que con esto de la globalización nunca se sabe. Y una última cosa para los más tímidos: si uno no se atreve a mascullar las complicadas palabras anteriores siempre puede echar mano de la solución universal de toda la vida: mirar fijamente a los ojos de la " presa" e indicarle, con unos gestos lo más aparatosos posibles, si quiere " esquiar" contigo. Infalible. Hay lenguas universales.
738. Miércoles, 5 abril, 2006
Capítulo Septingentésimo trigésimo octavo: "Ser liberal exige entender las razones de otros pero no sus eructos" (Manuel Alcántara, 1928, escritor español)Uno, viejo (perdón, quería decir " persona mayor") recuerda que en sus tiempos jóvenes los indigentes eran pobres; los invidentes: ciegos; los enfermos-mentales: locos; los mancos: lisiados; los individuos-con-obesidad mórbida: gordos; las personas-bajitas: enanos; los centros-de-acogida: orfanatos; las residencias-para-mayores (o geriátricos si son privados y caros): asilos; los tanatorios: mortuorios; los internos: presos; los funcionarios-de prisiones: carceleros; los operarios-de-la-limpieza: basureros; los empleados-de-fincas-urbanas: porteros; los centros-de-residuos-orgánicos: vertederos; un tratamiento-agresivo: quimioterapia o una-larga-y-penosa-enfermedad era, simplemente, cáncer. Así hasta el infinito y más allá. Naturalmente ni los ciegos han visto mejor por ser " invidentes", ni los locos han dejado de estar menos locos por ser enfermos-mentales ni, por supuesto, los pobres han acabando teniendo más dinero desde que empezaron a llamarse indigentes. Pero uno intenta adaptarse al lenguaje de los tiempos y suele caer en la trampa. Sin embargo hay cosas que no acabo de entender. Resulta que no se le puede llamar " moro" a un moro o " gitano" a un gitano cuando los moros y los gitanos no sólo se llaman así a sí mismos, sino que encima están orgullosos de serlo. Posiblemente muchos de los que buscan no ser tachados de racistas o de homófobos usando a todas horas la corrección política en el lenguaje deberían ejercitar más la corrección política en sus ideas y, sobre todo, en sus acciones. Por cierto, a mi llamar " gay" a un maricón siempre me ha parecido una mariconada. Y mañana hablaremos se sexo.. y del práctico. Prometido.
737. Martes, 4 abril, 2006
Capítulo Septingentésimo trigésimo séptimo: "Las mentes son como los paracaídas. Sólo funcionan si están abiertos." (Lord Thomas Robert Dewar. 1864-1930, escritor británico)Lo dicen en todos y cada uno de los cursos y masteres varios de todas y cada una de las carísimas escuelas de negocios (y hay unas cuantas): " un lenguaje claro, directo y preciso es el mejor elemento estratégico aplicable a cualquier gestión de crisis". Cuando la esposa del famoso lexicólogo francés Émile Littre pilló a su marido con las manos en la masa, o más bien en la criada, en el lecho conyugal, en lugar de ponerse a chillar, prefirió guardar la compostura y le dijo, con toda la dignidad que le fue posible: " Émile, estoy sorprendida". Como buen lexicólogo, el esposo infiel contestó: " No, cariño, tú estás "asombrada". El "sorprendido" soy yo". Nada como ser capaz de transmitir el mensaje de forma clara para que éste llegue de una forma eficaz. La precisión del lenguaje que dicen.
736. Lunes, 3 abril, 2006
Capítulo Septingentésimo trigésimo sexto: " Hemos llegado a tal grado de imbecilidad, que consideramos el trabajo no sólo como honroso, sino hasta sagrado, cuando no es sino una necesidad". (Remy de Gourmont, 1858-1915, escritor y crítico francés) Esta mañana y para despistar al lunes en vez de una ducha me he dado un baño. Un baño siempre invita más pensar, a experimentar. ¿Quien no se asombró de la primera vez que experimentó las burbujas de un " autopedo" navegando desde las profundidades del agua a la superficie de la bañera? Por ejemplo. Pero en un día laborable la física manda: más tiempo para unas cosas quiere decir menos tiempo para otras. Hay que desayunar deprisa, salir mirando el reloj, (queda muy bien siempre aunque lleves la muñeca desnuda), tropezarte con el vecino que cada mañana invariablemente te quita el ascensor. Está claro, cinco minutos más tarde y cambia el mundo de cada mañana. Sé que ahora debería hacer un comentario profundo sobre algún ensayo metafilósoficoexistencial de moda, un panfleto incendiario sobre alguna crisis internacional (por cierto ¿qué habrá sido de la " gripe aviar"?, o hacer algo más íntimo y sumergirme en las interioridades de mi alma desnudando mis sentimientos. Seguro que debería de hacer eso, pero es que esta mañana es lunes y voy simple, muy simple. Como casi todos los días.
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