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929. Viernes, 2 marzo, 2007

 
Capítulo Noningentésimo vigésimo noveno: "Las bibliotecas son como las boticas: hay muchos venenos y pocos remedios" (André L. G. Prémontval, 1755-1813, matemático francés)

Ayer jueves andábamos poniendonos el preservativo. Hoy, y para que no nos enfriemos mucho, nos saltamos -aunque no se deba- los preliminares y vamos al siguiente paso.

Según cuentan unos investigadores (de esos que intentan mejorar la vida sexual de sus semejantes estudiando los comportamientos ajenos, -¡cómo si en cuestiones de sexo hubiera dos personas iguales!-), los hombres tenemos orgasmos cuya duración media se sitúa entre 10 y 30 segundos. Las mujeres, quienes por su naturaleza de mujeres tienen evidentes ventajas en cuestiones de sexo (las desarrollen, o no), entre 13 y 51.

Y no sólo eso. Mientras las señoras y/o señoritas tienen diez maneras de conseguirlo, (las desarrollen, o no) los hombres sólo poseemos (las desarrollemos, o no) cuatro: estimulando el pene (bien sea por masturbación o a través del coito), el más habitual y por mucho, estimulando la próstata y el ano, estimulando los pezones y, ya para los más raros (y, sin duda, más afortunados) estimulando simplemente su fantasía.

Ya sabemos que hay gente para todo, y seguro que el informe está hecho con la mejor intención, pero a mí este tipo de estudios, que suelen estar avalados por alguna universidad americana con nombre de señor multimillonario y mucha palabrería bien envuelta en un montón de cifras que nunca se van a poder comprobar, me dan más miedo que un nublado.

Claro que la única manera de saber si semejantes datos responden a la realidad o simplemente son la excusa para justificar un sueldo de becario a final de mes, va a ser comprobándolo por nosotros mismos. Voy a pasar, por razones evidentes, de andar cronómetro en mano para saber si acabo en dieciocho o en veinte segundos, pero desde luego, y ya que está el fin de semana por delante, tengo toda la intención de comprobar si es verdad que hay cuatro maneras de conseguir un orgasmo. Y ya de paso intentar descubrir alguna nueva. Hasta el lunes.