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955. Miércoles, 18 abril, 2007

 
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo quinto: "Me gustan los días; me gustan todos los días" (Carmen, 7 años, estudiante)

Tratándose de mujeres, las suecas siempre han tenido fama. En cambio, tratándose de ratas, las más conocidas, por abundantes, son las noruegas (rattus norvegicus). Ya va siendo hora de que alguien lo diga: se ha producido una gran injusticia con estos animalitos. Reivindiquemos la rata.

Estos simpáticos animalitos (ahora hay unas ratas dumbo -con orejas grandes- que son una monería) son capaces de saltar hasta un metro hacia arriba y de conservar su semen durante un mes para autofecundarse. Además tienen gustos refinados: pueden probar hasta 14 alimentos antes de decidirse a comer, aunque más por un mecanismo defensivo (anatómicamente no pueden vomitar) que por ser ellas algo sibaritas.

Y su fama de sucias tampoco es para tanto. Algo hay, es verdad, pero no se le puede echar la culpa de todo. Desde el siglo XIV, las ratas han sido consideradas como las causantes de los 25 millones de muertos que dejó el paso de la peste por Europa. Sin embargo el tiempo ha demostrado que no eran los mayores responsables de la epidemia. Es verdad que fueron un importante transmisor de la bacteria causante de la enfermedad (la yersinia pestis) pero el verdadero foco de infección se encontraba en las pulgas, que se agarraban al pelo de los roedores y al de los humanos extendiendo la enfermedad desde Asia central a Europa. La culpa a las pulgas. O por lo menos a compartir.

Por cierto, que no deja de ser curioso que un animalito al que todo el mundo asocia a suciedad, enfermedad y muerte, sea uno de los animales a los que más avances de la ciencia debemos.

Además... !Jo! que me traen a mi muchos recuerdos estos bichos... y no sólo de aquellas clases de biología cuando había que destriparlas (sí, aquellas que siempre me tocaban después de comer) que también, sino -y sobre todo- de los buenos ratos que pasábamos, pedrusco en mano, esperando a que alguna se cruzara por la tapia de los Trinitarios...

!Anda y que no practique yo puntería por aquel entonces!