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1044. Lunes, 1 octubre, 2007

 
Capítulo Milésimo cuadragésimo cuarto: "Dos cerebros juntos producen la mitad de ideas que producirían cada uno por separado" (Ley de Chevin)

EE.UU. 1929.

Érase un ciudadano que vivía al lado de una carretera donde vendía bocadillos. Era sordo y, por tanto, no escuchaba la radio. No veía muy bien y, en consecuencia no leía los periódicos.

Pero, eso sí, vendía buenos bocadillos y el negocio cada vez iba mejor. Quiso aprovechar la racha. Arrendó un trozo de terreno, levantó un gran letrero y empezó a pregonar su mercancía a pleno pulmón:

- "!Compren deliciosos bocadillos calientes!"

Y la gente compraba.

Aumentó sus compras de buen pan y buena carne. Amplió su local para poder ocuparse mejor de todo y, tanto trabajo tenía, que mandó recado a su hijo para que regresara de la Universidad donde estudiaba Ciencias Empresariales y le ayudara. Nada más llegar, su hijo le dijo:

- "¡Papá ¿no escuchas la radio ni lees los periódicos? Estamos atravesando una gran depresión, la situación está francamente mal, no podría estar peor"

El padre pensó:

- "Mi hijo estudia en la Universidad, lee los periódicos y escucha la radio. Debe saber de lo que habla".

Así que empezó a comprar menos pan y menos carne, desmontó el letrero, dejó el arrendamiento del terreno para eliminar gastos y empezó a no pregonar sus bocadillos.

Y sus ventas disminuyeron de día en día.

- "Tenías razón" -le dijo al muchacho- "!estamos en una gran crisis!"

Hummm, no he terminado de pillarlo. A ver, ¿la moraleja de la historia es explicarnos lo malo que es tener un hijo que estudie empresariales o, directamente, la ruina que supone para cualquier economía familiar tener hijos, así, en general?

Los lunes ando un poco perdido yo. Aunque, poniéndonos en plan positivo, algo bueno tiene: es un día menos para llegar a la jubilación. El que no se conforma...

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