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12 días al azar con el piloto automático puesto. 05

 
Hace unos pocos años, tres madrileños, un ex-informático, un escritor y un psicólogo se reunieron un verano que andaban aburridos y pusieron en marcha una curiosa iniciativa: fabricar sellos falsos con los más surrealistas motivos, pegarlos en las cartas "normales", echarlas en Correos y ver si éstas llegaban a sus destinos.

Los motivos de los "sellos" no tenían desperdicio, desde celebrar el "I Congreso de Obsesos Sexuales", hasta uno promoviendo "la lucha contra el sellos falsos":














Y llegaron.

Andan los señores "inversores en sellos" cabizbajos porque los pícaros de turno les han sacado algunos "duros" vendiéndoles unos sellos que apenas tienen valor... cuando parece que el Estado es el primero que se deja engañar con semejantes papelitos.