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1167. Lunes, 21 abril, 2008

 
Capítulo Milésimo centésimo sexagésimo séptimo: "Cuando una medicina no hace daño deberíamos alegrarnos y no exigir además que sirva para algo". (Pierre Augustin de Beaumarchais, 1732-1799; poeta francés)

La medicina del antiguo Egipto se regía por códigos de ética muy estrictos que, por ejemplo, prohibían a los médicos alejarse de sus pacientes hasta que estos no estuviesen completamente curados. Si el paciente moría, el médico debía justificar la causa del deceso a satisfacción de los familiares del difunto. En caso de comprobarse algún tipo de negligencia el médico pagaba con su vida.

No mejoró la cosa entre los visigodos de la Edad Media. El facultativo sólo cobraba sus honorarios si el paciente se curaba. En cambio, si fallecía, aún en los casos en los que hubiera sido bien atendido, el médico debía pagar una fuerte indemnización. Finalmente, si la causa del fallecimiento se debía a negligencia médica, el facultativo no sólo perdía su licencia para ejercer sino que también quedaba a disposición de los familiares para que estos le propinaran el castigo que ellos creyeran oportuno.

No ha mejorado mucho las cosas ahora. Lo de las indemnizaciones se va arreglando con el invento del seguro, pero alguien debería de decirles a algunos familiares que ya no estamos en la Edad Media. Por mucho que les guste conservar las tradiciones.

Va de lunes corporativo.

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