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1221. Miércoles, 30 julio, 2008

 
Capítulo Milésimo ducentésimo vigésimo primero: "Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica”. Claude Lévi-Strauss, 1908; antropólogo francés)

La forma más sencilla de distinguir un huevo crudo de uno duro es hacerlo girar sobre un plano y después pararlo, tocándolo con un dedo sobre el eje de rotación. Al apartar el dedo, pueden ocurrir dos cosas: que permanezca quieto o que empiece a girar de nuevo. En el primer caso estaremos ante un huevo duro y en el segundo, ante uno crudo.

Esta diferencia se explica porque el contenido del crudo, que es líquido, continúa rotando por inercia, aunque paremos la cáscara. En cuanto al duro, dado que la capa exterior y el contenido están adheridos, una vez parado no puede volver a girar por sí solo .

Sí, es verdad, todos sabíamos lo del huevo. No has sido más que una maniobra de distracción para explicar que una científica norteamericana, Kette Follen, ha descubierto -tras muchos estudios- que las personas que no tienen suficiente actividad sexual, leen los post de los blogs con la mano puesta sobre el ratón del ordenador.

Y no sirve quitarla ahora.