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1123. Jueves, 7 febrero, 2008
Capítulo Milésimo centésimo vigésimo tercero: "Imagina y vencerás” (proverbio chino)Cuando me enteré hace un par de años de la idea aplaudí hasta con las orejas. Un grupo de creadores había realizado una colección de batas de médico. En principio estaban sólo diseñadas para esos payasos de profesión que visitan a los niños enfermos en los hospitales. Sin embargo, pensaba yo, que dado que ambas profesiones se parecen como dos gotas de agua, y que la mayoría de las veces resulta casi imposible distinguir si estás hablando con un médico o con un payaso, la globalización acabaría por triunfar, desaparecería para siempre el aburrido y amorfo blanco de las batas médicas y se daría paso al exclusivo glamour que -a la fuerza- tiene que desprenderse cada vez que uno recete algún antihemorroidal vestido de Victorio & Lucchino. Sigo a la expectativa. No pierdo la esperanza. Pero por ahora parece que la única manera de distinguir a un médico de un payaso va a seguir siendo por el color de su bata. hospital, médicos
1122. Miércoles, 6 febrero, 2008
Capítulo Milésimo centésimo vigésimo segundo: "Al lado de la dificultad está la facilidad. (Mahoma, 570-632; religioso árabe)¿Alguien se ha parado a pensar en la cantidad de horas que perdemos en los titubeos antes de pasar a la acción? A mí, por ejemplo, me deja hecho polvo el asunto de la camisa que me tengo que poner cada mañana. Como la mayoría están sucias no tengo muchas para elegir, pero basta que estén disponibles un par de ellas para que la cosa se me complique. No acertar a la primera significa pasarme el día dando tumbos, incómodo pensando en que me tenía que haber puesto la otra. ¿Y decidir entre cereales con chocolate o sin chocolate para desayunar? Física cuántica. Sólo hay de esas dos clases, pero raro es el día que no esté un buen rato con las dos cajas de la mano sin ser capaz de decidirme por alguna. No digo yo que tener que tomar decisiones no nos haga madurar, crecer como personas y todas esas milongas que vomitan los libros de autoayuda, pero es duro, muy duro, tenerse que enfrentar cada mañana a tantos retos. Cuando se trata de trabajo, cualquier trabajo es demasiado trabajo. Hasta el de tener que decidir. retos, decisiones
1121. Martes, 5 febrero, 2008
Capítulo Milésimo centésimo vigésimo primero: "La expectativa de vida crecería si los vegetales olieran como el tocino" (Doug Larson, 1902-1981; Piloto de carreras inglés)
Todos sabemos que cuando nuestra pareja (o el suplente temporal que corresponda) quiere empezar una conversación con los brazos cruzados no está de muy buenas pulgas. Hasta aquí bien. Pero resulta que dependiendo de la postura que adopten sus brazos y sus manos, podremos saber si el enfado que se nos viene encima es una simple tormenta de verano o se está acercando el diluvio universal.
Unos detalles que, sin duda, nos pueden colocar en una mejor situación para aguantar el chaparrón. O lo que quiera caer.
Lo más importante: no cruzarlos tú. Nunca se sabe quien ha acabado leyendo esto. pareja, lenguaje
1120. Lunes, 4 febrero, 2008
Capítulo Milésimo centésimo vigésimo: "Bienaventurados los que no tienen nada que decir y resisten la tentación de decirlo". (James Russell Lowell, 1782-1861; escritor estadounidense)
Ahora resulta (más bien ahora me entero yo, que supongo que siempre habrá sido así), que las termitas, chinches, hormigas o incluso las cucarachas, sus larvas y demás asociados, no sólo son comestibles, que eso ya lo sabíamos por los documentales de la dos que tanto nos ayudan en la siesta, sino que, además, su carne es tan sana y nutritiva como la del pollo, la de la vaca o la del conejo. Si esto es verdad -y no sólo algo que se inventó el becario que redacta el horóscopo, responsable habitual de la secciones de ciencia y tecnología en los periódicos- lo del hambre en el mundo empezaría a no tener mucha explicación. Otra cosa no, pero el número de cucarachas, chinches y demás animalitos presuntamente proteicos, aumenta de forma directamente proporcional a la hambruna del país, es decir, que los países que más hambre pasan son los que tienen más y mejores recursos alimenticios. Y aquí no valen los remilgos del asco y esas historias. En situaciones de emergencia uno se come hasta a su vecino si se deja. Que se lo pregunten a los supervivientes aquellos de los Andes. Además tampoco parece que tenga mucho que ver la existencia de agua o vegetaciones varias para que abunde el alimento, todos sabemos como las cucarachas pueden vivir sin ver una sola planta en su corta vida. Eso sí, los que peor lo pasarían iban a ser los vegetarianos, suponiendo que exista alguno por esos lares, aunque me imagino que aplicando el refrán de " a buen hambre no hay pan duro" acabarían por inventarse alguna teoría en la que comer insectos más que de carnívoros fuera de " insectívoros", con lo que sus conciencias quedarían satisfechas y sus estómagos un poco más llenos. Ya sabemos que el hombre es un animal muy adaptable, especialmente si le interesa. Lo reconozco, hay días que la desesperación me lleva a decir tonterías como las anteriores. Releyéndolas me doy cuenta de que estar en el trabajo es uno de los factores de riesgos mas evidentes y peligrosos para el equilibrio emocional y la salud mental. Que lo prohíban. Pero ya. hambre, comida
1119. Viernes, 1 febrero, 2008
Capítulo Milésimo centésimo decimonoveno: “El que reclama igualdad de oportunidades acaba exigiendo que se penalice al bien dotado”. (Randall Stuart Newman, 1943; compositor y cantante estadounidense)Trabajar para el Estado -en alguna de sus múltiples versiones- es lo que tiene. Salvo que aspires a ser subsecretario de algo puedes ir vestido como te dé la real gana. Cada mes y tres días hay una moda nueva. Esta semana es que los tíos lleven chaleco. La idea viene del siempre efervescente (fina manera de decir tocapelotas) departamento de recursos humanos que es donde descansan todos los que no tienen nada que hacer, lo que les permite pensar mucho. El chaleco es una prenda que se inventaron los señores con abdomen abundante y que usaban mayormente para que al sentarse a comer no se desparramaran mucho sus estómagos y sus barrigas. El problema del chaleco es que sólo favorece a los que están bien hechos y no tienen mollas, o sea a los que no necesitan chaleco. - Yo creo que ése debería de venir desnudo a trabajar, le dice Mariasun a su compañera de mesa mientras la porra se chupa todo el café.
- No seas guarra Loli, que siempre estás con lo mismo.
- Seré guarra, pero el tío está para hacerle un traje de saliva.
-Si lleva chaleco, es que es maricón – interrumpe Mariapatriciavanesa arrastrando una silla para colocarse en medio de la tertulia y tomar las riendas de la conversación.
-De eso nada. Los maricones van marcando paquete y éste va de tergal.
-Entonces es que la tiene pequeña- sentencia Mariapatriciavanesa mientras recoge de su blusa las migas de la palmera de chocolate que se acaba de meter entre pecho y espalda.
-Serás gili, qué sabrás tú que las únicas que has visto son las que salen en la páginas de la internet.
- Loli, pregúntale si lleva calzoncillos cortos o largos, que me muero de curiosidad.
-¿Yo? Qué corte, Mariasun. Pregúntaselo tú.
- Es que igual piensa que me lo quiero tirar o algo.
-¿No dices que te gusta? Pues tíratelo y déjame en paz, por Dios, qué pesada. Parece que la igualdad entre hombre y mujeres se empieza a notar en el mundo real. De una forma sutil todavía, pero ya se empieza a notar. Trabajar para el Estado -en alguna de sus múltiples versiones- es lo que tiene, somos siempre antes el futuro. Hasta el lunes pues. . real, igualdad
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