|
|
-  
 
1247. Viernes, 5 septiembre, 2008
Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo séptimo: "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo" (Benjamín Franklin, 1706 - 1790; científico e inventor estadounidense)Tenía yo una seño en mis años mozos de colegio, aquellos en que los "profesores" eran todavía maestros, que siempre nos insultaba de la misma forma cursi y redicha, muy a tono con su imagen de solterona de familia bien, educada en los mejores colegios de la provincia y metida a enseñante por obligación al no haber encontrado a tiempo un marido que pudiera mantenerla como una señora bien de su casa. Muy digna ella miraba al techo, cogía aire y de carrerilla -sin creérselo mucho- invocaba al reino animal llamándonos " merluzos" y " percebes". Era a lo máximo que podían llegar sus modales. Y aunque ninguno de nosotros, atilas de extrarradio cuya idea de la naturaleza animal era cazar ratas a pedradas, quedara traumatizado por aquellas comparaciones, tampoco las disfrutamos como debiéramos ya que, al contrario de lo que siempre creímos no sólo no nos estaba insultando sino que nos piropeaba. Y además a lo grande. Resulta que los percebes son los primeros en la lista de seres vivos con el pene más grande... y además a gran distancia del resto ya que les suele medir unos 15,2 cm. de longitud, lo que supera en 3,8 veces los más o menos 4 cm. que acostumbra a medir su cuerpo. Es decir, que echando cuentas -aunque sólo sea por hacerme una idea-, si yo mido 1,70 m. de altura y resultara o resultase que de verdad fuera o fuese un percebe... mi pene tendría que medir más de seis metros. Ella sí que sabía motivar a sus alumnos más enredadores. Y nosotros pensando que nos insultaba. Qué atrevida es la ignorancia... la nuestra, claro. Dicho lo cual y siendo aquíenmadrí fiesta el martes me apunto (por una vez y sin que sirva de precedente) al puente del lunes con una escapada por la costa para intentar meditar sobre uno de los pocos problemas metafísicoexistenciales que todavía pueden quitarme el sueño a estas edades: el enigma del queso Emmental, un queso que está lleno de agujeros, es decir: cuanto más queso, más agujeros. Pero cada agujero ocupará el lugar que en el que habría queso. Así, cuantos más agujeros, menos queso. Pero cuanto más queso, más agujeros y cuanto más agujeros menos queso. Luego, cuanto más queso menos queso. No sé si con semejante problema en la cabeza voy a ser capaz de relajarme. Al menos lo intentaré. Hasta el miércoles pues.
1246. Jueves, 4 septiembre, 2008
Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo sexto: "Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!" (Pietro Metastasio, 1698-1782; poeta italiano) Sé que los pisos son muy caros y que por culpa de la falta de terreno (o eso dicen) cada vez los hacen más pequeños, lo que no acabo de entender es la manía que tienen ahora de hacer los retretes de las casas como si solo lo usaran los anoréxicos, condenando a todo el que está por encima de la talla 36 a entrar de lado. Y eso cuando entra. Y si en los pisos los retretes son minúsculos, mejor no hablamos de los que hacen ahora en esos bares de (presunto) diseño: apenas te cabe un pie. Claro que en estos casos suele dar lo mismo ya que, en la lejana hipótesis de que logres entrar en plan contorsionista, nunca acertarás a distinguir dónde debes mear y dónde lavarte las manos. Hay incluso uno muy famoso por estos lares en el que la puerta esta situada justo frente a la barra, el espacio entre el artefacto y la salida es tan pequeño que la gente solía aparecer ante los clientes cerrándose la bragueta. Nada raro saliendo uno de donde sale... aunque molesto para algunos. Al final, y para prevenir el pequeño espectáculo, han colocado un cartel en el dorso de la puerta. Algo así como " abróchese antes de salir". Pero para retretes minúsculos los de los aviones. Todo un mundo aparte que algún día habrá que diseccionar. ¿Quién no tiene alguna historia en alguno de ellos? Por cierto, no sé dónde he leído que una ciudadana americana quedó traumatizada hace años cuando un gran bloque congelado de una materia verdosa cayó dentro del salón de su casa en Nueva York. El objeto, de 60 cm de diámetro y 23 kilos de peso, atravesó el tejado y aplastó su sillón favorito. Los expertos que acudieron hasta su casa identificaron el bloque como desechos humanos procedentes del lavabo de un avión, ya que el color verde es propio de una sustancia desinfectante que suele utilizarse en los vuelos comerciales. Por lo visto la señora en cuestión al ver el bloque exclamó: "! Mierda!". A lo que los expertos contestaron: " exactamente".
1245. Miércoles, 3 septiembre, 2008
Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo quinto: "Una mujer tiene la edad que se merece" (Gabrielle "Coco" Chanel, 1883-1971; diseñadora francesa)Sigo aprendiendo de los clásicos, sigo aprendiendo de los cultos, instruidos y sabios griegos, verdaderos precursores de la civilización tal y como la conocemos... En la antigua Grecia las mujeres empezaban a llevar la cuenta de su edad no desde el día de su nacimiento sino desde la fecha de su matrimonio. Adaptándolo a los nuevos tiempos (la cosa tendría que ser para los dos sexos, naturalmente) ya estoy tardando en preguntarme: ¿pero a qué leches están esperando para instaurar otra vez tan imprescindible (para algunos más que para otros) medida?
1244. Martes, 2 septiembre, 2008
Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo cuarto: "El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas" (George Herbert, 1593-1633; poeta inglés)Desde que en 1962 un psicólogo, Boris Levisón, publicara un estudio hablando de los beneficios que para los niños problemáticos podía tener la compañía de un perro y, sobre todo, desde que en 1978 se demostrara un aumento de la esperanza de vida en aquellos pacientes que habiendo sufrido un ataque al corazón convivían con una mascota, pocos expertos niegan los beneficios afectivos, sociales y terapéuticos que proporciona compartir la vida con un animal, coincidiendo además todos en algo: cuanto más estrecha sea la relación con el bicho, más ventajas existirán. Lo que ya no dice casi ninguno de tan sesudos, formales y rigurosos estudios sobre el tema son los posibles riesgos que una convivencia demasiado estrecha con un animal puede acarrear. En el siglo XI, el conde italiano de Gulielmus podía presumir de tener una esposa insaciable y un mono como mascota llamado Maimo. La insaciabilidad de la esposa, unido a la avanzada edad del conde -que no podía cumplir sus deberes conyugales con la frecuencia que su mujer requería, había llevado a ésta, con el consentimiento de su esposo, a convertir al mono en su amante. Sin embargo, con el que no habían contado era con el consentimiento del mono. Cuando éste pilló a los condes en la cama, le dio un ataque de celos y golpeó al conde hasta matarlo. Después de cornudo.. apaleado.
1243. Lunes, 1 septiembre, 2008
Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo tercero: "Paciencia hermanos y moriremos ancianos" (refrán español)Lunes, primero de septiembre. Muy pocos estamos a la hora que tenemos que estar. Luego llegarán las habituales disculpas: los niños, el tráfico, la vuelta de vacaciones.. Sin embargo, cuando la actividad laboral incluye –al menos presuntamente- tratar con algún tipo de público, el retraso de unos se convierte, de forma automática, en trabajo acumulado para los demás. Los galos tenían una costumbre extraña, -pero terriblemente efectiva- para evitar los retrasos, una convincente fórmula que hacía que todos estuvieran en su sitio y a su hora. Consistía en matar, sin excepción, al último que llegaba. Quizá un tanto radical, pero hay que reconocer que muy, pero que muy, efectiva. Nunca hay que subestimar a un vago vocacional cabreado.
|