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1451. Lunes, 31 agosto, 2009

 
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo primero: "Las puertas de los centros comerciales o los bancos son iguales que las de mi prima Paquita, cuando detectan movimiento se abren" (Pedro D. 21 años, estudiante)

Que lo hagan los perros, unos animales tontos capaces de ponerse a babear sólo por oír una campana, tiene su lógica. Pero, ¿por qué los niños tienen esa manía de salir escopetados –chillidos histéricos incluidos- para intentar coger a las palomas cada vez que alguna de ellas se cruza en su camino?

Y lo que todavía es más siniestro: en el (muy) hipotético caso de que alguno pille alguna ¿qué pretenderá hacer con ella?

Escalofríos me han entrado de imaginarme la situación, escalofríos.



Pues eso, que había pensado yo que después de tanto tiempo, lo mejor que podía hacer hoy era empezar rompiendo un poco el hielo. Dejo la imagen, transmitida en tiempo real mediante una compleja red de satélites de última generación, de que así está siendo.

Y es que estoy muy cansado, llevo seis días sin dormir... menos mal que puedo dormir por las noches. Ya mañana, si eso, nos metemos en harina.