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1658. Viernes, 16 julio, 2010

 
Capítulo Milésimo sexcentésimo quincuagésimo octavo: “Yo quiero morir como he vivido siempre: debajo de una mujer” (Rolf Eden, 1930; empresario alemán)

… y fiel a la frase, el señor Eden, rico gracias a fundar las primeras discotecas alemanas, escribe en su testamento que deja 125.000 euros a aquella señora o señorita que logre que él fallezca mientras esté coiteando con ella. Dicho en plan fino por aquello de los capamientos: que el óbito se produzca en el momento en que él se encuentre conociéndola biblicamente.

Y como el género humano es solidario por naturaleza, miles de candidatas a verdugas se han solidarizado con el deseo de este venerable anciano y, desde el 2002 en que se hizo público el testamento, se han movilizado para intentar satisfacer la última voluntad de tan amable caballero.

Para que luego digan que la juventud de hoy no tiene metas.