-   


  

2010. Viernes, 27 abril, 2012

 
Capítulo Dosmilésimo décimo: "Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador". (Proverbio Africano)

Aunque pueda sonar extraño resulta que no fue hasta los primeros años treinta del siglo XX cuando empezó a ser normal que se viera en público una parte del cuerpo de la mujer que hasta entonces se había mantenido relativamente escondida: la espalda.

Lo más curioso es que el descubrimiento de semejante zona llevó al encarcelamiento de otras: las faldas se alargaron, los escotes delanteros se recataron al máximo y hasta la señora más avanzada de la época intentaba aplanar artificialmente sus pechos para que no llamaran mucho la atención.

Lo que no sabía yo es que semejante mecanismo de la moda tiene su "lógica", respondiendo a la llamada "teoría de las zonas", una teoría que explica como una vez que una zona corporal empieza a perder su foco de atracción (generalmente por sobreexibición) se hace necesario encontrar rápidamente otra que la reemplace. Pero para que la nueva zona sea sugerente y, sobre todo, visible, hay que retirar el resto de los estímulos que pudieran distraer al nuevo.

Hay tres cosas que jamás he podido comprender: el flujo y reflujo de las mareas, el mecanismo social y la lógica femenina”, dijo un escritor francés. Pocas frases tan cargadas de razón. Y tan fáciles de comprobar cada minuto.