-   


  

1751. Martes, 25 enero, 2011

 
Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo primero: “¿Alguien es capaz de abandonar un edificio en cuya construcción gastó toda su vida, aunque ese edifico sea su propia prisión? (Khalil Griban,1883-1931; poeta libanés)

Sí, por más abstemio que me declare reconozco que más de una vez he soñado con pimplarme una botella de coñac a morro. Todos tenemos nuestros momentos, nuestras fantasías, y reconozco que debe de ser un planazo ir de sidraElgaitero en sidraElgaiero, de Mariebrizard en Mariebrizard hasta que el nivel de alcohol en sangre ascienda al 97%.

Además me lo ha dicho un amigo, un amigo de los de verdad, de esos que duran por lo menos tres meses con una sólida amistad cimentada en las rebajas de zara y el sushi a granel. Muy cariñosamente me ha explicado que al no haber bebido nunca con un poco achispado que me pusiera ganaría mucho, que tendría garbo y ne sais pas qua quoi ... que más o menos viene a decir que me ve posibilidades. No sé ni dónde ni cómo, pero me las ve. De hecho, y para ir practicando, he empezando a no hablarme con los escalafonicamente superiores. Paso de jefes. Por mucho cargo que tengan ya no están a la altura de un guest star como servidor.