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1803. Jueves, 7 abril, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo tercero: " Roba tres millones de euros en un banco. Arrepentido lo ingresa un mes más tarde en otro de Suiza". (Agencias)

El pensamiento no tiene por qué corresponderse expresamente con el lenguaje. A ver si me explico. Siempre que veo un perro no tengo por qué decir "perro", y siempre que veo un imbécil no tengo por qué decir "imbécil". El hecho de que vea más imbéciles que perros tampoco es una razón para que diga "imbécil" a cada paso. Y, no obstante, mi actitud es reprochable desde el punto de vista científico, porque se trata de una renuncia a la objetividad. Tendría que decir "perro" siempre que veo un perro e "imbécil" siempre que veo un imbécil. Pero hay que ser realistas y, si lo hiciera, no me quedaría tiempo para decir ninguna otra cosa. Sobre todo durante el horario laboral.