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1805. Lunes, 11 abril, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo quinto: “Cuatro analfabetos vuelan un almacén de papel higiénico al que confundieron con una librería (Agencias)

Una asociación de invidentes británicos ha organizado una excursión en la que 30 de sus miembros (veinticinco ciegos y cinco que se colaron con el rollo de que si no los otros 25 se tropezarían en las tiendas de artesanía dejándolas hechas un asco) pasaron dos semanas de merecido descanso en Benidorm. Personalmente me parece un doble acierto. Primero por lo social del asunto, un matiz que ahora vende mucho. En segundo lugar por la entrada de euros que supone.

Ahora bien, a mí se me ocurre que con tal de enriquecer aún más la industria turística: ¿para qué desplazarlos hasta Benidorm, que está tan lejos de Londres? Resultaría mucho más barato apearlos en Galicia o Asturias, y una vez ahí, como suele hacer mal tiempo, se les coloca delante de unos buenos flexos y se les dice que están en pleno mediterráneo. Y si encima les dan paella, les cantan unas coplas y se les cobra lo mismo que si hubieran estado en el litoral levantino, bueno, entonces sí que no sospechan ni por asomo. Y a lo que voy: si les cobramos lo mismo, pues eso que nos ahorramos y, sobre todo, eso que ganamos.

No es políticamente correcto, lo sé, pero estamos en crisis.. y a lo mejor hasta se ponen morenos con los flexos y todo. ¡Quién sabe!