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1874. Miércoles, 7 septiembre, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo septuagésimo cuarto: "El cambio es inevitable, excepto en las máquinas expendedoras. (Fernando H, 34 años, informático en paro) Sé que es una solución a medio plazo, pero ahí va una propuesta para acabar con la crisis bancaria. A partir de ya todas las entidades financieras para meter dinero abrirán a las tres de la mañana y cerrarán a las ocho de la tarde. Sábados y domingos incluidos (con lo que se añade el plus de creación de puestos de trabajo). Para sacarlo, abrirán a las dos menos cinco y cerrarán a las dos, funcionando sólo durante los meses impares. La solución sería provisional, por supuesto, pero ante lo desesperado de la situación hay que tomar medidas. Y si son tan buenas como la presente pues mejor que mejor.
1873. Martes, 6 septiembre, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo septuagésimo tercero: "Una cesta de mimbre es un recipiente que se utiliza para recoger agua de dentro a afuera (Alberto S., 35 años, comercial)
Dicen las leyendas (sagradas) que cuando Dios quería castigar a los pecadores paisanos del medievo introducía el virus del cólera en los manantiales o la peste bubónica en los pozos. A pesar de todo la gente seguía bebiendo porque al final siempre llegaba un predicador con tenderete de disciplinas y cilicios para remediar la colitis. Antes había solución.
Ahora, agudos mortales sin espiritualidad capaz de quitarnos ni una simple diarrea, hemos avanzado.
Según un edicto firmado y rubricado por un pomposo " Servicio Técnico del Laboratorio Municipal", colgado este verano, el agua del caño de la plaza del pueblo de mi padre ya no es potable. Uno está orgulloso de vivir en un tiempo en el que se tiene la posibilidad de fumigarse el sobaco con el sabor salvaje de los limones del Caribe. Cosa que no podían hacer los antiguos. En cambio los antiguos podían beber el agua milagrosa de un montón de fuentes que uno ya no puede. No sé si el " hemos avanzado" es lo más exacto.
Fumiguémonos el sobaco, lavémonos la boca con pasta de sabor a menta, usemos bragaslips anatómicos, gocemos de todos los avances de la técnica moderna. Pero si frente a tanta felicidad científica tenemos la desdicha de no poder beber el agua del caño ni de cogernos la habitual cagalera estival en plena feria, ningún verano volverá a ser lo mismo. Una pena.
1872. Lunes, 5 septiembre, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo septuagésimo segundo: "No hay nada mas esperanzador que un viejo curioso, observador, sociable... ¿Por qué tendría nadie que estancarse? ¿Por qué decidir: "este soy yo y se acabó"? ¿Para qué parar de buscar(se) nunca? La muerte ya nos dirá cuando acaba la pelicula. Hasta entonces, yo no pienso parar. Vámonosssssss" (Andrés Zaragoza, 1985: astrólogo pagano)
Somos una mota infinitesimal de la galaxia de que forma parte nuestro universo pequeñajo. Todas las galaxias en conjunto forman el espacio sideral. En él las distancias son inconcebibles. El tiempo se detiene y sólo la energía representa su desmesurado papel. Tribitetramillones de incontrolables fuerzas dominan desconocidas regiones escapando de nuestra débil razón de enanos humanos la inconmensurable lógica de su significado ignoto y desconcertante. Henos aquí insignificantes y desconcertados ante nuestro sino, nuestro signo, nuestra reafirmación individual como entes.
Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo. Putos lunes. Puta vuelta al trabajo.
¿Quedará "vida" por aquí todavía?
XXXIX. Domingo de verano, 4 septiembre, 2011
El silencio en el amor, es como un verano que llega, incomprensible, vaciante en días extensos y dolorosos.
XXXVIII. Sábado de verano, 3 septiembre, 2011
A través de las nubes, hay allí un atajo ¿A la luna de verano?
XXXVII. Viernes de verano, 2 septiembre, 2011
Es un placer atravesar el río en verano.. Con las sandalias en la mano.
XXXVI. Jueves de verano, 1 septiembre, 2011
Pide que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues, ¡con qué placer y alegría! , a puertos antes nunca vistos.
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