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2239. Lunes, 3 junio, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo ducentésimo trigésimo noveno: "Muchas excusas son siempre menos convincentes que una sola" (Aldous Huxley, 1894 - 1963; escritor británico)

Un servidor, que se lo lleva todo a la boca por vivir instalado, como tantas veces he dicho- en la fase oral desde que tengo recuerdos, no tiene problemas en ese sentido, pero no deja de extrañarme que gente más escrupulosa, (de esa que casi vomita con el inocente chiste de los dos novios que mientras se besan le dice uno al otro “cariño ¿me has pasado el chicle?, “no mi amor, es que tengo catarro”) no diga nada cuando saborean (¡encima saborean!) un trozo de cualquier tarta de cumpleaños sobre la que minutos antes han escupido -con todas sus fuerzas, ganas y recochineo- no sólo el agasajado cumpleañero, sino toda la cohorte de amigos y familiares que intentan "ayudar" para que las velas se apaguen cuanto antes esgrimiendo la estafa de cumplir un deseo (!ja!). Velas colocadas estratégicamente encima del pastel que es el que recibe, sí o sí, los salivazos varios (cuando no algún que otro resto de comida) de (casi) todos los presentes.