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2221. Martes, 7 mayo, 2013
Capítulo Dosmilésimo ducentésimo vigésimo primero: "Casi todos podemos soportar la adversidad; pero si queréis poner a prueba de verdad el carácter de un hombre, dadle poder”. (Abraham Lincoln 1809 - 1865, político estadounidense)
Grigori Nestor, ucraniano, murió a los 116 años presumiendo de haber tenido una vida tan larga gracias a dos cosas: su ignorancia -se jactaba de no haber leído jamás ni libros ni periódicos-, y a su privación de cualquier conocimiento carnal; estaba convencido de que dicha práctica es letal para el cuerpo humano. Clara Meadmore, 113 años, conocida como la virgen británica precisamente por ser virgen y británica (originalidad ante todo). Chian Chi, 108 años, después de una primera (y única) experiencia, pasó los últimos ochenta años de su vida alejado de cualquier contacto bíblico. Vivió sólo hasta los 108. Ya moribundo achacó su prematura muerte –siempre presumió de que llegaría a los 120- al tropezón que tuvo cuando tenía 28.
Y así una larga retahíla de centenarios que pululan por esos mundos de dios.
La conclusión resulta evidente e incuestionable: es preferible vivir menos.
2220. Lunes, 6 mayo, 2013
Capítulo Dosmilésimo ducentésimo vigésimo: "Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud". (François Marie Arouet -Voltaire-, 1694-1778; filósofo y escritor francés)
Aficiones lúdicas que resultan elegantes practicadas en tu tiempo libre pero que no están muy bien vistas si las ejercitas durante el horario laboral (por más tiempo libre que tengas en él). Hoy: hacer de ventrílocuo trabajando en un tanatorio.
Especialmente si se te ha olvidado el muñeco en casa.
No ando yo muy fino últimamente, no. Puñeteros lunes.
2219. Viernes, 3 mayo, 2013
Capítulo Dosmilésimo ducentésimo decimonoveno: " Definir el humor es como pretender pinchar una mariposa, con el palo de un teléfono" (Enrique Jardiel Poncela, 1901 - 1952; escritor español)
Por delante un fin de semana para jugar, por ejemplo, a la bolsita de té. Pedir a la pareja que se tumbe sobre la espalda. A continuación se coloca uno sobre ella (sobre la pareja digo, no sobre la espalda) apoyándose sobre las manos y las rodillas y, con delicadeza, meter y sacar las bolsas escrotales (rellenas de sus correspondientes testículos –oseasé huevos-) en su boca. Hay una variación: ostras frescas, en inglés oystering, consistente en entumecer las bolas (oseasé huevos) con hielo antes de proceder a ejecutar la bolsita de té.
Es verdad que al final todo se reduce a lo mismo de siempre, sacar y meter, pero en la variación de lo que se saca y se mete está (puede estar) el gusto. Naturalmente, es necesaria cierta confianza para poder practicar la historia con tranquilidad ya que, aunque el riesgo sea relativo, no deja de tener su aquel. Nunca debemos olvidar que el material a manipular es delicado, muy, pero que muy delicado.
Por probar…
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