Capítulo Dosmilésimo cuadringentésimo cuadragésimo octavo: " Los chinos están tramando algo, lo noto en su mirada. (Federico G. 21 años, parado).
Un hombre va a una tienda de mascotas a comprar un ratón. El dependiente lo lleva a la sección de roedores y le pide que escoja uno.
- “¿Cuánto cuesta el blanco?”, pregunta el cliente.
- “Cien euros, señor”, responde el empleado.
Un poco desconcertado al conocer el precio, el hombre dice:
- “Pero, ¿por qué es tan caro?”
- “Porque es un ratón muy especial”, contesta el dependiente. "Sabe mecanografía, y es capaz de escribir rapidísimo a máquina".
-“¿Y el ratón gris?”, pregunta el cliente, señalando otra jaula.
- “Ése cuesta 500 euros. Sabe mecanografía, contesta llamadas telefónicas y, además, toma dictados”.
- “¡Vaya! ¿Y cuánto por la rata?”
- “Mil euros”, responde el empleado en tono firme.
- “¡No puede ser!, se asombra el hombre. “¿Y qué hace?”
- “No sé” -replica el vendedor-, “pero los otros dos le dicen jefe”.
La realidad superando a la ficción… un lunes más.
