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2537. Miércoles, 29 octubre, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo quingentésimo trigésimo séptimo: “Las revistas para mujeres son el mejor retrato del cerebro de un hombre: el sexo ocupa más o menos la mitad y la otra mitad es publicidad”. (George Dennis Carlin, 1937 - 2008; actor estadounidense)

Aparte de no entender por qué en las revistas que se hacen llaman femeninas hasta las señoritas que anuncian productos para la pérdida de orina tienen veinte años, o por qué esa prisa que les entran a los que escriben en ellas para que sus lectoras hagan lo que recomiendan (adelgaza en dos días, depílate en veinte minutos, haz topless desde el mes de febrero…), siempre me ha llamado la atención algo que, a pesar de ser lego total en la materia, no deja de tener su aquel.

Por eso, desde aquí un aviso para todas las mujeres aficionadas a leer este tipo de revistas. A lo mejor no lo saben, pero existen bragas normales. Y las venden en las tiendas normales. Y no esas que aparecen en las revistas, tan complicadas y con tantas vueltas, que si una noche alguien se encuentra con una que las lleve tendría que pedir un día de asuntos propios en el trabajo para poder quitárselas. Aunque ligue en sábado. Y aunque sea cerrajero.