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2588. Miércoles, 28 enero, 2015

 
Capítulo Dosmilésimo quingentésimo octogésimo octavo: “La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que el más letal de los virus”. (John Ernst Steinbeck, 1902 - 1968; escritor estadounidense).

Es fácil comprobar lo relativo que es el frío. Y no solo porque un congoleño acostumbrado a 50 grados a la sombra piense que lascanarias son el polonorte, que también, sino que simples observaciones -más de andar por casa- lo demuestran cada día.

Por ejemplo cuando uno sale de fiesta. Ahí no hay frío que valga... puede hacer bajo cero que siempre aparecerán tíos en mangas de camisa con las manos en los bolsillos, haciendo como fuerza para que no se note el tembleque y poniendo cara de ser más tonto que morder un ladrillo; y tías con vestidos playeros transparentes de minifaldacinturón y sus tacones a juego, andando con los brazos cruzados, dando pasitos cortos y rápidos mientras miran al suelo como si estuvieran enfadadas con el mundo.

¿Y por porqué lo hacen? Pues para lucirse, sí, pero no solo para eso sino, y sobre todo, para ahorrarse el euro del guardarropa. Por alguna extraña razón cuando hay que pagar un guardarropa -por más que oposites a una pulmonía- no hace frío y punto. Al fin y al cabo los gastos sanitarios que vendrán después, y vendrán, ya te los han descontado y oye, ya que uno los tiene pagados no es cuestión de que los disfruten otros. ¡Faltaría!